El ERL es un profesional independiente que trabaja por cuenta propia para realizar una actividad económica de manera habitual, personal y directa con el objetivo de obtener beneficios económicos. El Emprendedor de Responsabilidad Limitada no trabaja bajo la dirección de otras personas y puede tener, o no, empleados a su cargo. Esta figura jurídica le permite mantener su patrimonio personal, a pesar de adquirir deudas producto de su nueva actividad comercial.
La figura se creó como un incentivo a la actividad empresarial individual bajo la tutela de la Ley 14/2013, que se conoció como la Ley de Emprendedores. Bajo esta instancia pueden acogerse tanto los autónomos que reúnen los requisitos como los nuevos emprendedores. Este artículo de Ley excluye la vivienda habitual del emprendedor de responsabilidad por cualquier deuda que pueda derivarse de las actividades comerciales, ya sean con proveedores o acreedores, de manera que no tiene que responder con su patrimonio individual para el pago de deuda.