Errar, como se dice, es humano. Para ser una especie capaz de tomar tantas elecciones acertadas y bien informadas, también somos culpables de algunas decisiones bastante malas que van en contra de toda lógica y evidencia.
Siempre sueles sopesar los pros y los contras. Lees para estar al día de todo. Pides consejo a personas de confianza, y luego reflexionas sobre lo que te dicen. Como líder eficaz, tal vez hasta hayas desarrollado tu propia técnica para asegurarte de que tomas las decisiones correctas.
¡Spoiler! La decisión que tomes no será ni correcta ni incorrecta. Detrás de esta elección va a estar una fuera formidable: los sesgos cognitivos. Se trata de ligeras distorsiones en nuestra percepción individual de la realidad. Nuestras decisiones no siempre son tan objetivas, racionales o lógicas como nos gustaría creer.
Entonces, ¿cómo podemos superar estos «errores» en el código de nuestro cerebro? ¿Cómo podemos tomar mejores decisiones para nosotros mismos y para nuestras empresas?
Ser conscientes de estos sesgos es el primer paso para vencerlos. Así que tomemos conciencia. Exploremos algunos secretos del cerebro que perjudican nuestras decisiones empresariales.