Cuando se da inicio a un emprendimiento, en ocasiones se deben realizar actividades para promocionar dicho negocio y entablar relaciones con clientes fijos o potenciales. Para ello, contamos con estrategias de marketing que nos ayuden a impulsar nuestra compañía.
Dentro de este aspecto, se toman en consideración las obras promocionales que manejan muchas empresas, con la finalidad de presentar su servicio, producto o bienes al mercado.
A pesar de que el marketing es considerado muchas veces como un gasto, que podrán o no contribuir a las ganancias (o, en el caso contrario, generar pérdidas), es una inversión que se puede utilizar como base de apoyo a tu activo, tu negocio. Teniendo esto en mente, en este artículo trataremos información sobre los gastos de promoción y qué representan para empresas y autónomos.
¿Qué es un gasto de promoción?
En primer lugar, debemos tener claro el concepto para poder entender sus ventajas y su aplicación en el mercado.
En español, se entienden como gastos de promoción a los desembolsos destinados a resultados a corto plazo con el propósito de promocionar la adquisición o venta de productos o servicios. Se trata de pequeños incentivos que pueden ser muestras, cupones, precio de paquete, premios, concurso de ventas, etcétera; como una manera de representación fuera de las oficinas, locales o establecimientos.
Dichos incentivos pueden ser otorgados bien sea al consumidor final, al intermediario o al agente de ventas.
Desde el punto de vista económico, se tratan de una inversión base, debido a que su objetivo es brindar resultados que recuperen el capital invertido y, además, pueda generar excedentes.
Es importante tomar en cuenta que, para ser considerados costes de representación, deben estar en relación al importe de la empresa, y representar una inversión que pueda generar ingresos en un futuro cercano. Entre ellos, se pueden incluir aquellas condiciones donde el empresario representa la imagen del negocio ante los clientes. Dichos gastos pueden ser los siguientes:
- Inversiones destinadas a relaciones públicas, haciendo contacto con clientes o proveedores;
- Actividad o promociones del producto o servicio;
- Obras a favor de los trabajadores, como las comidas de navidad o una sesión de capacitación del personal;
- El coste total que se hace en programas de publicidad o propaganda en los diversos medios de comunicación, como el uso de la radio en español o una sesión de entrevista.
¿Un gasto de promoción puede ser deducible?
Para comenzar, hay que tener presente que los gastos de promoción deducibles son aquellos que han sido marcados como necesarios para la actividad de la empresa, así como para generar ingresos a la misma. El problema viene a la hora de determinar lo que se puede considerar que está en relación con el objetivo del emprendimiento y lo que está impuesto como costes.
La generalidad de este gasto ha sido reconocida por Hacienda, según lo impuesto por la ley de impuestos. Sin embargo, no necesariamente se deben realizar gastos a favor de cada uno de los clientes de la organización, sino que esta inversión debe ser un buscador de incentivo para quienes aporten la mayor parte del ingreso total del negocio.
De este modo, aquellas inversiones que no se consideran necesarias para el funcionamiento o promoción de la empresa, no se consideran un coste deducible, entre los cuales se tienen:
- Programas donativos o ayuda
- Actividades recreacionales para los empleados
- Fondos para pensiones
- Multas y sanciones por parte de la empresa
- Dotaciones para planes
Gana tiempo con herramientas pensadas para gestionar los gastos de equipo.
¿Cuándo suceden las deducciones?
Es importante tener información sobre los parámetros de gestión de un gasto deducible, para evitar financiar gastos con la esperanza de que el capital sea deducido, lo cual no siempre es posible, pudiendo llegar a generar pérdidas desde el inicio.
De manera general, es posible recibir deducciones dentro de las siguientes condiciones:
- Los gastos por relaciones públicas, bien sea con clientes o con proveedores, con el objetivo de hacer contacto con ellos;
- Gastos que estén relacionados con los ingresos;
- Pagos realizados con la finalidad de promocionar los productos o los bienes que puede brindar el emprendimiento.
El primer requisito a tener en cuenta es que los gastos de promoción deben estar debidamente justificados ante el fisco. La justificación se puede hacer con facturas o recibos, que se podrán utilizar para confirmar los datos de la operación al momento de hacer la declaración de impuestos.
Además, el estudio de los gastos deben estar adecuadamente contabilizados. Dicho registro se efectúa en los libros de gastos e inversiones, en el caso de los autónomos. Por otro lado, si se trata de los datos de una empresa, el registro se hace con asientos contables, tanto en el libro diario como en las cuentas anuales.
Todo esto con el fin de realizar una correcta deducción y así evitar inconvenientes frente una fiscalización de las autoridades tributarias.
¿Qué papel juegan los gastos de promoción en autónomos y empresas?
La correcta gestión de tu pyme o empresa ayuda a garantizar su buen funcionamiento.
En las estrategias de publicidad, hay que hacer un estudio que sirva como buscador para reconocer el impacto que produce el uso de la promoción en el corto plazo. Para ello, es fundamental analizar qué porcentaje de las ventas promocionales son incrementales y qué porcentaje se hubiese mantenido en el rango de venta sin promoción, es decir, qué porcentaje de la inversión se ha destinado a este fin. De esta forma, se podrá observar cuánto impacto está teniendo la promoción en el emprendimiento, según la estrategia aplicada.
Tanto autónomos como empresas son conscientes de que se debe invertir para dar a conocer su importe en el mercado.
Los puntos clave son, por tanto, el conocer la ley de deducciones y el impacto de la promoción sobre el emprendimiento, independientemente de si se trata de una empresa o de un autónomo; pues el rendimiento o eficacia de cada estrategia de promoción varía de una compañía a otra, dependiendo, fundamentalmente, de los servicios que ofrezca y de su clientela.