Los misterios del 3D Secure, el sistema que protege tus pagos en internet

Si nos referimos a ello como «la ventana que se abre en el navegador cuando hemos hecho una compra, para que confirmemos el pago», seguro que sabes de lo que hablamos, ¿no? Sí, sí, esa pestaña que te da sudores fríos si no tienes el móvil cerca.

Pues eso es el 3D Secure. Pero que no cunda el pánico; solo es una medida extra de protección.

Hace algunos años, Visa y Mastercard desarrollaron este sistema de forma conjunta, para cerciorarse de que la persona que hace la compra es la propietaria de la tarjeta con la que se está efectuando el pago. Esto quiere decir que, aunque te roben la tarjeta, nadie podrá realizar una compra online sin tu confirmación.

También es una forma de seguridad añadida para los comercios online. Gracias a este sistema, el fraude se ha reducido notablemente. Así que, aunque no es una medida obligatoria, la mayoría de tiendas electrónicas ya la han incorporado.

Lo cierto es que, desde el punto de vista tecnológico, este sistema sigue siendo un gran desconocido. Por eso te lo explicamos todo, más abajo. 👇

Imagínate que te vas de vacaciones a Nueva York. Acabas de aterrizar, listo para descubrir los inmensos rascacielos de Manhattan, pasear por las calles de Brooklyn y comerte una pizza en SoHo.

Pero antes de vivir el sueño americano, hay que pasar por las fuerzas de seguridad fronterizas. Estas se encuentran entre tu país de origen y el país que vas a visitar, y están ahí para verificar tu identidad. Tienen que asegurarse de que tú y la persona que aparece en tu pasaporte sois la misma.

Pues el 3D Secure funciona igual. Es un intermediario que se coloca entre el banco emisor (el banco del comprador, que envía el dinero) y el banco receptor (el del comercio, que recibe el dinero), para poder verificar tu identidad.

Para ello, te solicita:

• La introducción de un código que habrás recibido por SMS (es el caso más frecuente).
• La validación de la operación con la aplicación de tu banco.

En algún caso concreto, también puede pedirte que respondas a una pregunta secreta o que escribas un código de seguridad. Esto dependerá únicamente de tu banco.

En resumidas cuentas, el 3D Secure comprueba que eres tú el titular de la tarjeta bancaria que acaba de ser utilizada y, por consiguiente, se asegura de que tú y solo tú gestionas tus pagos.