Y también es lógico que te preguntes:
La respuesta a todo esto y mucho más, en los siguientes párrafos.
¿Qué es una tarjeta de crédito?
Como su nombre indica, es una tarjeta que te proporciona crédito.
Te ponemos un ejemplo: Te vas a Barcelona de viaje de negocios y tienes que comprar un billete de tren, reservar una habitación de hotel y pagar las comidas. Si usas una tarjeta de crédito, los cargos no se harán directamente en tu cuenta bancaria, sino que será tu banco quien abone los importes de cada pago (hasta un cierto límite previamente definido por ambas partes). Hasta aquí, todo genial, ¿no?
Sin embargo, a final de mes, cuando ya ni te acuerdas de ese viaje, recibes una factura de tu banco con todo lo que te gastaste en Barcelona esa semana y con todas las transacciones del mes asociadas a esa tarjeta de crédito.
Y ya sabemos perfectamente lo que toca, porque los créditos de devuelven. Si tu banco te da dinero por adelantado es porque hay que reembolsarlo cada vez que llegue la factura. Y así todos los meses.
📌 La tarjeta de crédito suele resultar útil cuando tenemos que hacer frente a grandes pagos, pero aún no disponemos de los fondos necesarios. En estos casos, habrá que ir con cuidado y gestionar muy bien nuestros recursos, pues los retrasos en la devolución del crédito suelen venir acompañados de comisiones importantes.
Con Qonto, no recibirás estas facturas, pues no ofrecemos crédito. Quizás más adelante (nunca digas nunca). Mientras tanto, preferimos que entiendas el tipo de tarjeta que tienes entre manos.
Tarjetas físicas y virtuales, transferencias, TPV... Decide cómo quieres pagar.
¿Qué tipo de tarjeta utiliza Qonto?
Hipótesis 1: tarjeta prepago
Antes, cuando hablábamos de tarjetas prepago, nos referíamos a la típica tarjeta SIM que se compraba en pequeños comercios. Pero los tiempos han cambiado, y lo que se lleva ahora son las tarjetas bancarias de prepago. Con ellas puedes hacer tantos pagos o retirar tanto efectivo como te plazca, no hay límites reales… mientras quede saldo en la tarjeta. Cuando se acabe tendrás que recargar la tarjeta para poder volver a usarla.
Ahora es cuando nos decís que este es el mismo principio que el de las tarjetas Qonto; gastar el dinero que hay en tu cuenta hasta que ya no queda. Pero ahí está la diferencia, porque una tarjeta prepago no tiene por qué estar asociada a una cuenta bancaria. El dinero con el que has recargado tu tarjeta se guarda en una especie de monedero electrónico (también llamado “cuenta de pago”), que no está necesariamente unido a un IBAN.
Con Qonto dispones de una cuenta bancaria, con todo lo que ello conlleva; transferencias SEPA y adeudos directos, por ejemplo. Además, la tarjeta Qonto te protege contra fraudes, imprevistos varios en tus viajes o accidentes de trabajo, mientras que las tarjetas prepago no ofrecen seguros.
La tarjeta Qonto no es una tarjeta de crédito, ni tampoco una tarjeta prepago. Por tanto, solo nos quedaría una posibilidad.
Hipótesis 2: tarjeta de débito
Aunque no se les suela llamar por su nombre, las tarjetas de débito son el tipo de tarjeta bancaria más frecuente en España y Europa.
Cada pago efectuado con tarjeta de débito se carga automáticamente en tu cuenta bancaria. Como es lógico, ¿no? Por lo tanto, la transacción se lleva a cabo solo si se dispone de los fondos necesarios, a no ser de que puedas tener un descubierto autorizado en cuenta.
Con Qonto, los pagos se descuentan al instante de tu cuenta corriente de empresa, y tú recibes de inmediato la notificación en tu app y por email. Así que lo que tienes entre manos es una tarjeta de débito, sí.
Para nosotros, con esta opción se logra el equilibrio perfecto, pues puedes controlar en todo momento lo que gastas, obteniendo los servicios y la seguridad que te proporciona una cuenta corriente profesional.
Ahora, solo queda saber qué tarjeta de débito es la tuya. De momento, tenemos tres diferentes; la tarjeta One, la tarjeta Plus y… ¡Ah no! Solo hay dos. Bueno, de momento.