Ayudas estatales a empresas pequeñas y medianas

Cualquier ayuda recibida en el seno de una pequeña o mediana empresa resulta de agradecer, habida cuenta las dificultades económicas que conlleva tanto su puesta en marcha (no siempre se posee el capital necesario para ello) como su funcionamiento diario. En este sentido, lo primero que conviene saber son los tipos de ayudas y subvenciones a las que puede acceder mi empresa, las cuales pueden dividirse en dos grandes grupos:

• Subvenciones para la financiación de la inversión.
• Subvenciones y ayudas para la creación de empleo y autoempleo

Las más significativas serían las siguientes:

• Subvenciones a fondo perdido. Son quizás las más interesantes, aunque también las más complicadas de conseguir. Destacan las ofrecidas por los programas de apoyo a la creación de empresas, así como las específicas para el desarrollo rural o las mujeres emprendedoras.
• Capitalización del desempleo. También conocida como “pago único”, esta subvención la pueden solicitar aquellas personas desempleadas que deciden montar su propio negocio, en cuyo caso podrán cobrar en un solo pago todo o parte del monto al que ascienda la prestación por desempleo.
• Financiación bonificada. Consiste en bonificar los tipos de interés dentro de los créditos y préstamos a los que puedan tener acceso empresarios y autónomos. Destacan en este aspecto las líneas de financiación ofrecidas por el Instituto de Crédito Oficial.
• Ayudas sectoriales. Son programas cuyo objetivo es impulsar la competitividad de determinados sectores específicos, como el comercio minorista, la agricultura, la industria o el sector turístico.

Las más importantes serían:

• Bonificaciones en la cuota de autónomo. Destaca la denominada tarifa plana para nuevas altas como autónomos, que en 2020 es de 60 Euros. Se ofrecen además bonificaciones para mujeres de hasta 35 años, jóvenes de hasta 30, personas discapacitadas y otros casos especiales.
• Bonificaciones para la contratación de trabajadores. Se trata de ayudas ligadas a la contratación de ciertos perfiles de trabajadores y en determinadas modalidades contractuales. Así, por ejemplo, la Comunidad Autónoma de Madrid ofrece ayudas complementarias a aquel autónomo o pyme que efectúe una contratación indefinida o contrate personas con especiales dificultades para el acceso al mercado laboral.
• Ayudas a iniciativas locales de empleo. Son subvenciones enfocadas hacia proyectos empresariales relacionados con actividades emergentes que generen empleo, siempre que el plan en cuestión esté respaldado por una determinada administración o corporación pública local.

Antes de dar inicio a los trámites para solicitar una ayuda o subvención, lo primero es saber si esta sigue todavía en vigor, dado que el marco legal suele variar de unos años a otros.

No hay que olvidar tampoco los límites temporales, puesto que algunas subvenciones se convocan todos los años dentro de un marco plurianual, pero otras únicamente lo hacen para un concreto periodo de tiempo: un mes, un trimestre, varias semanas, etcétera, por lo que se recomienda estar en constante aviso.

Una vez cerciorados de la vigencia de la subvención de que se trate, el siguiente punto a considerar son qué condiciones se exigen para acceder a la misma y, por tanto, comprobar si tu empresa o negocio cumple con dichos requisitos. Es importante para ello ver y analizar con detenimiento la información contenida en las bases de cada convocatoria, para lo que habrá que estar atento a la página del BOE o del boletín oficial de la Comunidad Autónoma donde figuren.

También debe tenerse en cuenta que existen incompatibilidades que impiden solicitar simultáneamente determinadas subvenciones y ayudas.

Resulta asimismo fundamental conocer cuáles son los diferentes organismos e instituciones que conceden esta clase de ayudas. Además del Ministerio de Economía o del Instituto de Crédito Oficial, una de las entidades más importantes en este aspecto es ENISA (Empresa Nacional de Innovación), que cuenta actualmente con varias líneas de financiación dirigidas a emprendedores, a la competitividad y a la innovación empresarial.

Por último, no hay que pasar por alto que en ocasiones se necesita actuar con rapidez, ya que aunque la base de muchas subvenciones es la concurrencia competitiva (se otorga la subvención a los proyectos mejor valorados), otras se rigen por un sistema de concurrencia no competitiva, en cuanto a que las solicitudes se resuelven por orden de presentación hasta que se agoten los fondos disponibles.

La implementación de nuevas tecnologías suele exigir frecuentes inversiones económicas, ya sea en equipos, cursos de reciclaje, gastos en marketing digital, etcétera. Resulta vital por ello el establecimiento para este tipo de empresas de un calendario de ayudas y subvenciones, las cuales suelen centrarse en mejorar la competitividad a través de procesos de I+D+i, bonificaciones de tipos de interés en la financiación bancaria y/o el acceso a determinados avales.

Esta clase de subvenciones suele tener un carácter autonómico, por lo que su cuantía y requisitos dependen de cada Comunidad Autónoma. Por lo demás, tienden a concederse a través de la celebración de concursos y premios, y acostumbran a cubrir entre el 15 y el 60 % de la inversión total realizada.

Los denominados microcréditos constituyen una ayuda financiera para aquellos emprendedores cuya escasez de recursos iniciales les impide acceder al sistema financiero tradicional. Esta fórmula viene desarrollándose desde hace más de una década por diversas Administraciones públicas y entidades financieras, dotando de cantidades pequeñas con las que financiar el inicio, la consolidación o la ampliación de tu negocio. Tienen en este sentido un marcado carácter social.

Estos microcréditos conllevan importantes ventajas, tales como la ausencia de comisiones, tipos de interés inferiores a los del mercado y una mayor facilidad para otorgar plazos de carencia. Aparte de esto, su principal atractivo es que no exigen avales o garantías personales, sino que basta la presentación de un buen proyecto y el compromiso del emprendedor.

El perfil mayoritario en España de los beneficiarios de microcréditos es el de los autónomos inmigrantes, seguido de las mujeres empresarias, los jóvenes y otros colectivos.

Los trámites necesarios variarán en función de la entidad otorgante, aunque en general pasan por las siguientes fases:

• Presentación de la solicitud. Se realiza presencialmente en la oficina del organismo o entidad de que se trate o, si así se admite, de forma online. Habrá de acompañarse un formulario con los pertinentes datos personales y profesionales que se exijan en cada caso.
• Evaluación del proyecto. En esta fase se analiza el proyecto de negocio del candidato, en especial su viabilidad y probabilidades de éxito. Si la entidad considera que el proyecto es viable, continuará adelante con el proceso.
• Entrevista personal. Muchas entidades exigen entrar en contacto directo con el solicitante a través de una entrevista personal, donde deberá responder a las preguntas que se le formulen en relación con su idea de negocio.
• Concesión o denegación del microcrédito. Es la última fase, tras la cual, en caso de ser concedido, el interesado podrá disponer ya del dinero del microcrédito en las condiciones establecidas.

Aparte de las ya citadas, conviene mencionar también la denominada subvención para asistencia técnica, cuya cuantía será de hasta el 75 % del importe de los servicios prestados, con un límite de 2000 Euros.

Otra ayuda a tener en cuenta es la subvención para formación, que comprende los cursos necesarios para el buen desarrollo de la actividad, con un importe del 75 % de tales cursos, hasta un máximo de 3000 Euros.

La actual situación de recesión derivada de la pandemia por coronavirus ha llevado a que en España se apruebe un paquete de medidas económicas y fiscales con las que ayudar a empresas, pymes y autónomos a sostener su actividad. Las más destacadas serían las siguientes:

• Prórroga de ayudas a trabajadores autónomos. Se establecen diversos tipos de exoneraciones en el pago de sus cotizaciones sociales durante el tiempo que dure la pandemia, así como el acceso a la prestación por cese de actividad para aquellos autónomos cuya facturación haya descendido más de un 75 % como consecuencia de la crisis.
• Apoyo a la industrialización. Se agilizan los créditos y ayudas a proyectos industriales de investigación, desarrollo e innovación, dentro del marco de la política de fortalecimiento de la competitividad industrial.
• Líneas de financiación pyme. Con cargo al Fondo para la Internacionalización de la Empresa (FIEM), esta ayuda va dirigida a facilitar el acceso a la financiación para las operaciones de inversión y exportación de las pymes españolas. El importe de estas líneas se extiende hasta los 150 millones de euros.
• Apoyo al turismo. Para asegurar la liquidez y viabilidad de las empresas turísticas, especialmente afectadas por esta nueva crisis, se suspende durante un año y sin penalización alguna el pago de intereses y amortizaciones por los préstamos concedidos por la Secretaría de Estado de Turismo en el marco del Programa Emprendetur.

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