Es muy posible que conozcas la expresión «hacerse un Juan Palomo; yo me lo guiso, yo me lo como». Un refrán que se les atribuye habitualmente a emprendedores y autónomos. Sin embargo, gestionar una pequeña o mediana empresa en España supone todo un desafío, tanto para lo bueno como para lo malo. Además de lidiar con la competencia, el marketing y las operaciones diarias, también debes aplicarte para enfrentarte a tus obligaciones fiscales. ¿Qué impuestos pagan las empresas pequeñas y medianas en España? ¿Y los autónomos? A continuación, te los enumeramos.
1. Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA)
Empezamos por uno archiconocido por todos: el IVA. Grava el consumo y afecta tanto a empresas como a particulares. Asimismo, las pymes y los autónomos deben recaudarlo en sus ventas y luego pagarlo al Estado.
En cuanto a las tasas del IVA, varían según el producto o servicio:
- Superreducido (4 %). Se aplica sobre productos o servicios de primera necesidad como alimentos básicos (pan, leche, huevos, frutas, verduras, arroz y legumbres), medicamentos con receta, libros, material escolar y productos infantiles (pañales y otros bienes relacionados con niños).
- Reducido (10 %). Aplicable para alimentos no básicos (carnes procesadas, pescado fresco, quesos…) alojamientos, transporte, espectáculos y eventos culturales y reformas en viviendas.
- Estándar (21 %). Se aplica a la mayoría de los productos y servicios que no entran en las categorías anteriores (calzado, electrodomésticos, hostelería, servicios profesionales, productos de lujo…).
2. Impuesto de Sociedades (IS)
El Impuesto de Sociedades (IS) es otro clásico y uno de los más relevantes para las pymes en España. Se aplica simplemente sobre los beneficios obtenidos por cualquier empresa y tiene su particularidad fiscal para ciertos territorios, como Navarra.
La tasa general del IS es del 25 %, pero existe un tipo reducido del 15 % para las primeras cantidades de beneficio. Por todo ello, es clave que lleves un buen registro de tus ingresos y gastos para calcular correctamente la base imponible.
3. Impuesto de Actividades Económicas (IAE)
El Impuesto de Actividades Económicas (IAE) es un gravamen municipal que dependerá de dónde esté tu empresa y de la naturaleza de tu actividad económica. Cada municipio fija sus propias tarifas y exenciones, por lo que los códigos y tasas específicas cambian significativamente de un lugar a otro.
No obstante, aquí tienes algunas de las tarifas que más se suelen aplicar:
- Tarifa mínima. Algunos municipios ofrecen una tarifa mínima reducida para pequeñas empresas de entre 0 y 20 euros al año.
- Tarifa base. Para empresas más grandes o con actividades económicas de mayor envergadura, el IAE varía entre 100 y 1000 euros al año.
- Tarifa por actividad. La tarifa del IAE puede depender de la naturaleza de la actividad económica de tu empresa. Por ejemplo, un restaurante podría tener una tarifa diferente a la de una empresa de servicios profesionales.
- Tarifa por empleados. En algunos casos, el IAE se basa en el número de trabajadores de tu empresa. Cuanto más amplia sea la plantilla, mayor podría ser la tarifa.
- Tarifa progresiva. Algunos municipios aplican una tarifa progresiva en función del volumen de negocio o los ingresos. Así, conforme tus ingresos aumenten, el IAE también se incrementará.
- Exenciones y bonificaciones. Ciertos municipios ofrecen exenciones o bonificaciones en el IAE para empresas de nueva creación, que generen empleo o que inviertan en la localidad.
4. Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI)
Si tienes un local comercial o cualquier otro inmueble relacionado con tu negocio, deberás pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Este tributo es municipal, por lo que variará en función de dónde esté tu pyme, y su importe se calcula en función del valor catastral de la propiedad.
5. Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITP y AJD)
El ITP y AJD se aplica a operaciones como compraventa de bienes inmuebles o constitución de hipotecas. Aunque no afecta directamente a todas las pymes, es importante conocerlo si planeas realizar transacciones de este tipo en el desarrollo de tu negocio.
6. Impuesto de Sucesiones y Donaciones (ISD)
El ISD o Impuesto de Sucesiones y Donaciones, como su nombre indica, se aplica en herencias y donaciones, así que, si tienes pensado transmitir tu negocio a un familiar o si vas a recibirlo tú en herencia, debes conocer las normativas vigentes en cuanto a este impuesto. Al igual que la mayoría de los anteriores, su importe dependerá de la comunidad autónoma donde operes.
7. Retenciones en el IRPF
Si eres autónomo o tienes empleados, debes aplicar retenciones en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) tanto a ti como a tus trabajadores. Estas retenciones se calculan en función de las tablas establecidas por Hacienda y se deben pagar trimestralmente. El lado positivo es que también hay gastos que te puedes deducir como autónomo en el IRPF.
Al margen, hay otros tributos que tienen una relación indirecta con tu pequeña o mediana empresa y que inciden en tus finanzas. Por ejemplo, el Impuesto sobre el Patrimonio que grava la riqueza acumulada por las personas físicas y, en algunos casos, por empresas, o impuestos locales, como el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) o las tasas por recogida de basuras.
5 consejos para una gestión eficiente de tus impuestos
Ahora que conoces los principales impuestos que afectan a las pymes españolas, te damos cinco consejos para gestionarlos:
- Lleva un registro detallado. Mantén un registro preciso de tus ingresos y gastos. Esto te ayudará a calcular los impuestos adecuadamente y a presentar tus declaraciones. En este aspecto, una cuenta Qonto te puede ser de gran utilidad.
- Automatiza procesos. Utiliza herramientas de contabilidad y softwares de gestión financiera para simplificar la tarea de seguimiento de impuestos.
- Planificación fiscal. Consulta con especialistas para conocer las mejores estrategias de planificación fiscal que te permitan minimizar la carga impositiva de tu empresa de manera legal.
- Cumple con los plazos. No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Cumple con los plazos de presentación y pago para evitar sanciones y recargos.
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Formación continua. Mantente al día sobre las leyes fiscales y los cambios normativos que puedan afectar a tu negocio.
A priori, gestionar los impuestos puede parecer complicado. Más aún si, como avanzábamos al inicio, lo tienes que hacer tú. Pero, lo cierto es que son una parte esencial de cualquier negocio, por lo que entenderlos te ayudará a tomar decisiones más informadas y a mantener la salud financiera de tu pyme.
En Qonto te ofrecemos las herramientas y recursos necesarios para facilitar el control financiero de tu empresa. Si tienes más preguntas sobre cuánto paga una empresa de impuestos o necesitas asesoramiento, puedes darte una vuelta por nuestro blog. ¡Estamos aquí para ayudarte en tu aventura empresarial!