La llegada de VeriFactu en 2025 marcará un antes y un después para las asesorías, los autónomos y las empresas. Este nuevo sistema de factura electrónica obligatoria, enmarcado en la Ley Antifraude, exige enviar cada factura a la Agencia Tributaria con trazabilidad total. El calendario es exigente, pero escalonado: en julio de 2025 deberán adaptarse los proveedores de software de facturación, y después, en 2026, las pequeñas empresas y los autónomos.
Pero más allá del cumplimiento normativo, VeriFactu es también una oportunidad para modernizar procesos, ofrecer nuevos servicios y reforzar el papel del asesor.
En este artículo, cuatro profesionales del sector, Ana Tanco, Leire Gil, Ignasi Vidal y Patricia Larrain, comparten cómo están convirtiendo este reto en una palanca de crecimiento.