En un mundo empresarial que cambia a pasos agigantados, la capacidad de adaptación se ha convertido en una habilidad fundamental. Como inversora que ha transitado desde el mundo corporativo hasta las startups tecnológicas, he aprendido que el éxito no viene de seguir caminos predefinidos, sino de estar dispuesta a explorar y evolucionar constantemente.
En este artículo quiero resumir algunas de las lecciones que he ido aprendiendo en el camino.