Y aquí viene un réquiem por otros grandes olvidados: los vídeos corporativos.
Ya lo dijo Noemí Argüelles en la serie Paquita Salas: «¡ponerse creativos!».
Los recursos de vídeo también son elementos importantes en el desarrollo de una buena campaña de relaciones públicas en medios, muy especialmente cuando vamos a ir a «cazar» una aparición en televisión o en un formato audiovisual, en general.
No olvidemos que, a día de hoy, existen multicast (podcast emitidos en diferentes formatos) en los que el vídeo alcanza un protagonismo sobresaliente.
Por otro lado, es interesante grabar imágenes de nuestro producto o servicio para las clásicas «colas» (vídeos que solo contienen imagen y sonido ambiente) destinadas a dar contexto a una noticia que el presentador o presentadora se encargará de leer en un informativo o un programa o bien sirven para acompañarnos, de fondo, en nuestra entrevista presencial desde plató.
Si lo que hemos desarrollado es una aplicación móvil o plataforma tecnológica, esos vídeos explicativos, animados con personajes, sirven también para explicar cómo se utiliza.
No es difícil hallar herramientas online (muchas de ellas gratuitas) que te pueden ayudar a crear vídeos animados (algunos de alto impacto visual), en apenas minutos.
Si a la tecnología que alberga tu proyecto «le queda grande» ese tipo de soluciones online, que (cierto) pueden estar utilizando miles de otros usuarios (se puede sacrificar diseño y originalidad, esto siempre va a depender del presupuesto del que se disponga), quizás es interesante investigar agencias creativas o perfiles profesionales freelance que entreguen un resultado perfecto.
En definitiva, podríamos apostar a que una imagen no vale más que mil palabras, pero tiene el poder de transmitir el mensaje de tu marca y convertirlo en algo que los individuos identifiquen y recuerden. No olvidemos que ese es el objetivo primordial de la comunicación de marca.