La ronda de financiación récord, contada por nuestros fundadores
A principios de este mes de enero de 2022, el suspense se puede cortar con cuchillo en las oficinas de Qonto. Por motivos de confidencialidad, los detalles de esta última ronda de financiación se han mantenido en secreto, incluso internamente. A solo unos días de anunciar al mundo una serie D récord de 486 millones de euros, Alex Prot, cofundador de Qonto, ha podido sacar un rato para contarnos cómo ha sido el proceso de cierre de la ronda, tal y como lo ha vivido junto a Steve Anavi, el segundo cofundador. Toda una experiencia, cuanto menos intensa.
Ahora que la cifra de la serie D se ha hecho pública, ¿los niveles de estrés van a bajar un poco?
¡Para nada! Este tipo de noticias generan mucha expectación y estamos bastante solicitados, por así decirlo. Nos está contactando mucha gente para felicitarnos y hacernos propuestas. Hay que saber estar con los pies en la tierra, centrados y muy atentos, para no perdernos ninguna oportunidad interesante. También es importante hacer abstracción de todo el «ruido» que se produce y de según qué comentarios y reacciones.
¿Cuándo habéis podido decir «ya está, lo hemos conseguido»?
A lo largo del proceso, se puede caer en la tentación de pensarlo varias veces. Pero en realidad, no se puede dar nada por sentado hasta que no está completamente cerrado.
El primer momento importante fue cuando recibimos los term sheets (fase preliminar de la ronda de inversión) por email, que son un indicador de que los inversores están dispuestos a concretar la inversión y de las condiciones del acuerdo. Firmar un term sheet es ya, de por sí, bastante significativo. Es un documento corto que no entraña ninguna obligación jurídica, y que por tanto no evita que los inversores se replanteen su decisión más adelante. Aunque esto último es poco habitual, sobre todo en el sector de la tecnología.
La segunda etapa clave es la firma del pacto de accionistas. Es un contrato mucho más detallado, y que sí es legalmente vinculante. Los abogados lo revisan minuciosamente y se tratan todos los aspectos de la financiación en profundidad. En esta parte del proceso, la concentración es de vital importancia.
Luego viene el cierre, que consiste en recopilar todos los formularios que hay que firmar e informar a la autoridad reguladora. Pero hasta que el dinero no está en la cuenta de la empresa, no se puede dar nada por concluido. Aunque es la parte más banal, porque son unas simples transferencias, es la única forma de ver cómo el acuerdo se materializa y por tanto, se cierra. Ahí es cuando puedes decir que lo has logrado.
Es como cuando escalas una montaña, y después de todo el tiempo y el esfuerzo durante la subida diciéndote a ti mismo «ya casi estoy, ya queda poco», los 100 últimos metros se hacen eternos. Hasta que por fin ves la cima y te das cuenta de que vas a llegar.
O sea, que ahora toca disfrutar de las vistas, ¿no?
Sí, se puede disfrutar un poco del paisaje. Pero tampoco mucho tiempo, que luego hay que bajar. No nos olvidemos de que todo gran logro conlleva una gran responsabilidad. Los fondos se invierten en el futuro, no en el pasado. Nuestra historia ilustra hasta dónde se puede llegar en un futuro pero, a partir de ahora, lo que nos importa es seguir avanzando. No nos queda otra que seguir ampliando nuestro equipo y consolidando nuestra posición de líderes en Europa.
¿Qué aprendizajes sacasteis de las rondas anteriores, que hayáis podido aplicar en esta última serie D?
Hemos mejorado mucho entre cada una de las rondas, en muchos sentidos. Para empezar, ya no tenemos que demostrar que nuestro proyecto es válido o que está a la altura. El trabajo de los últimos cinco años es suficiente para convencer a los inversores de que somos competentes, sólidos y dignos de su confianza. Esta credibilidad nos la hemos ganado todos juntos.
Y luego, el equipo creció. Al principio solo éramos dos cofundadores y hacíamos todo solos. Mes a mes, hemos ido ampliando el talento que conforma Qonto, y hoy por hoy podemos decir que somos una verdadera «fábrica de ideas». Hemos conseguido rodearnos de personas extremadamente competentes y eficaces, con antecedentes culturales y profesionales muy diversos y distintas formas de ver las cosas. Cuando algo no funciona como debería, nuestros empleados tienen la libertad (e incluso el deber) de buscar una alternativa. Si tomamos el camino equivocado, enseguida nos damos cuenta y ajustamos nuestra trayectoria en consecuencia para emprender una dirección más acertada. Esta es nuestra gran suerte.
Ahora también estamos más preparados. La preparación es siempre crucial; pero si estás en pleno proceso de recaudación de fondos, se convierte una regla de oro. Con el tiempo, hemos aprendido a ser muy meticulosos. Al principio, teníamos poca información concreta que pudiésemos presentar ante los inversores. Nos apoyábamos siempre en las ideas y en el discurso. Era una forma de proceder mucho más abstracta. En las últimas rondas, los números han tenido más cabida. La visión y las ideas siguen siendo importantes, pero nos hemos vuelto más exhaustivos con los datos.
Cuando recaudas fondos, compites directamente con otras empresas para llamar la atención de los inversores. Y su tiempo es limitado; así que cuanto más preparados estemos, más fáciles les pondremos las cosas y más fructífera será nuestra colaboración.
Además, hay otro factor externo que ha jugado a nuestro favor: La fuerza del sector fintech (en general). Hace algunos años, esta industria no tenía tanto peso ni estaba tan de actualidad como lo está ahora. Tenemos la sensación de estar en el lugar y en el momento perfectos.
¿Qué significa para vosotros que Qonto acabe de cerrar esta ronda de inversión récord?
Estamos muy orgullosos, por supuesto. Es un orgullo compartido entre el equipo de dirección y todos los ‘Qontoers’. Y una lección de humildad, cuando miramos hacia atrás y vemos que tanta gente ha contribuido a hacer de este proyecto lo que es. Crecemos muy rápido y adaptarse constantemente a las nuevas metodologías de trabajo de una empresa en hipercrecimiento es un reto para todos. Así que podemos estar orgullosos todos.
A título personal, mi objetivo es seguir centrándome en lo importante. El hecho de haber conseguido, en tan poco tiempo (Qonto solo tiene 5 años), la validación del mercado externo de nuestra visión de futuro, con todo lo que hemos construido, es un éxito aplastante. Estamos entusiasmados porque tenemos los medios de acelerar el crecimiento, de ir aún más lejos y de seguir creando herramientas que aporten valor a nuestros clientes.
¿Cómo describirías la presión que ha habido durante la ronda?
La entrada de nuevos inversores implica más presión, pero es una presión positiva que nos motiva a ser mejores y a dar el máximo de nosotros mismos, y no a tener miedo de fracasar.
Podemos compararlo a correr un maratón. Cuando te comprometes a correr esa distancia, tienes la certeza de que de algún modo eres capaz de terminar la carrera. Te fijas un objetivo, como por ejemplo: «quiero acabar en menos de 3 horas y media». Si no lo alcanzas, puede que tengas un sentimiento de decepción, pero no por ello lo que has logrado tiene menos mérito.
¿Qué consejos darías a los nuevos emprendedores que quieran recaudar fondos?
Solo puedo hablar de la experiencia que tengo con Qonto, y como ha sido siempre positiva, es la única forma de proceder que puedo recomendar a otros emprendedores.
En primer lugar, es útil rodearse de business angels que conozcan tu sector. No se trata solo de levantar dinero, hay que recaudar lo que conocemos como ‘smart money’. Nosotros hemos tenido la inmensa suerte de estar acompañados por instituciones e inversores profesionales que conocían perfectamente nuestra industria. Su experiencia nos ha guiado en temas estratégicos elementales, como la estructura de los equipos, el crecimiento de los mismos, los lugares en los que implantarse geográficamente, la definición de un buen calendario de recaudación de fondos, etc.
Y una vez has obtenido la financiación, gástala sabiamente. Hay que crecer rápido, pero tampoco demasiado rápido. Por un lado, gastar demasiado dinero puede asustar a los inversores. Por el otro, invertir poco o lentamente puede mermar la curva de desarrollo. Un buen inversor te ayuda a planificar esta trayectoria, aportándote su conocimiento del sector. Te dejará dirigir la empresa, pero sus consejos y experiencia tendrán un grandísimo valor.
Para terminar, ¿podrías decir en 3 palabras cómo te sientes ahora mismo?
Es imposible condensar en tan pocas palabras todo lo que estamos viviendo. Podría decir que estamos «aliviados»de haber cerrado esta ronda con una suma incluso mayor a la que esperábamos. Estamos aliviados de haber superado un proceso tan complejo y a veces estresante, y de que Qonto pueda pasar a la siguiente fase.
También diría «renovados», porque la validación de nuestros inversores nos da un nuevo impulso para avanzar, y eso sin contar la implicación y esfuerzo de todo nuestro equipo.
Y por último, estamos «decididos». Porque el trabajo no se ha acabado, ni mucho menos… ¡al contrario! Ahora no nos queda otra que consolidar nuestra posición como líderes europeos en la finanza empresarial. Es a lo que hemos aspirado desde hace mucho tiempo, y ya podemos decir que tenemos los medios necesarios para lograrlo.