María Jesús Labarca, periodista económica especializada en el mundo inmobiliario, startups y sostenibilidad, explica cómo el sector de la vivienda y la construcción está usando la digitalización para adaptar su modelo a los últimos cambios del mercado.
La Inteligencia Artificial (IA) puede generar sentimientos encontrados. Por un lado no se sabe con qué puede sorprender, y cada día surgen nuevos instrumentos como Chat GPT u otras herramientas que llegan para cambiar los paradigmas actuales. Sin embargo, tiene otro lado que puede ser muy bueno (y muy útil) para el día a día no solo de las personas, sino también a nivel empresarial: la gestión y agilización de procesos.
El sector inmobiliario se ha caracterizado por ser una industria que no se detiene. Ha sobrevivido a crisis (grandes como la burbuja de 2008) y, aún así, sigue al pie del cañón con altos y bajos. Actualmente la situación no es la idónea, porque la Ley de Vivienda, la subida de tipos y la falta de suelo, entre otros factores, han hecho que los precios de la vivienda estén al alza y se ha generado una gran incertidumbre que ha afectado tanto a quienes pertenecen al sector como a los españoles.
Por ejemplo, el precio de la vivienda en alquiler subió un 4.5 % durante el segundo trimestre del año y se apuntaron picos de precios en tres autonomías (Islas Baleares, Madrid y Cataluña). La compraventa no se ha frenado de sobremanera; sin embargo, hay una tendencia de ralentización. El precio medio de la vivienda nueva y usada registró en julio un incremento mensual del 0.9 %, tres décimas más que el mes anterior, lo que ha significado un 4.9 % de forma interanual.