Construyendo la cultura de una empresa diversa

Asegurar diversidad en los equipos de trabajo es una de las misiones más importantes para los departamentos de Recursos Humanos. Nuestra Chief People Officer, Sarah Ben Allel, brinda las claves sobre cómo conseguirlo como experta invitada en el blog de Qonto.

En el vertiginoso mundo de las fintech, donde la tecnología y la innovación marcan el ritmo, es fácil olvidar que el verdadero motor detrás del éxito de una empresa siguen siendo las personas. Aunque las conversaciones sobre Inteligencia Artificial y tecnologías emergentes son fascinantes y necesarias, es crucial recordar que quienes están detrás de estos avances son, al final y al cabo, las personas. Son ellas también las que impulsan nuestras organizaciones y logran éxitos extraordinarios.

Para abordar cómo construir equipos de alto impacto dentro de la industria fintech, tuve el placer de participar en una conversación sobre la cuestión en la última edición del South Summit en Madrid. Aquí comparto algunos de los puntos clave sobre cómo escalar una empresa y construir una cultura inclusiva y diversa, que puede servir como guía para cualquier compañía que esté empezando o, también, para inspirar a la revisión a las que ya llevan recorrido en el mercado.

Qonto ha experimentado un crecimiento exponencial, pasando de ser alrededor de 50 empleados a más de 1600 en tan solo siete años. Como CPO, he estado involucrada en este viaje desde los primeros días. Ya en el inicio fue evidente que apostar por las personas era fundamental.

Desde el inicio, entendimos que para escalar rápidamente, necesitábamos construir una sólida estructura organizativa. Esto implicaba asegurarnos de que todos los elementos esenciales, como contratos de trabajo, sistema de reclutamiento y procesos de nómina, estuvieran bien establecidos. Además, era crucial definir claramente nuestros valores y la cultura de la empresa. Tanto nuestra plantilla como los candidatos a formar parte de ella deben querer ser parte de la aventura y crecer con nosotros.

A medida que la empresa crecía, necesitábamos un equipo de gestión fuerte a quien delegar la responsabilidad de acompañar a los nuevos empleados en su crecimiento. A nivel profesional, crecer puede implicar convertirse en experto en el ámbito en el que te desempeñas o convertirse en manager o incluso líder, y las habilidades que se necesitan para ello son significativamente distintas.

Muchas personas se convertían por primera vez en mánagers y nuestra misión era brindarles las herramientas necesarias para que pudieran desarrollarse en esa nueva posición y, a su vez, impulsar a sus equipos.

Por eso, desde el principio, hemos invertido significativamente en capacitación y coaching para nuestro equipo de mánagers. Esta inversión en desarrollo de liderazgo ha sido clave para mantener nuestra escalabilidad y asegurar que todos compartan la misma cultura y trabajen de manera cohesionada.

Finalmente, otro desafío que enfrentamos fue asegurar el trabajo en equipo, no solo dentro de un departamento sino entre las diferentes áreas de la compañía. Así que, además de la formación, es necesario establecer formas de trabajar conjuntas, y eso se encuentra debajo del paraguas de la cultura. Así, se consigue tener las herramientas adecuadas, la forma correcta de trabajar compartida y, en resumen, valores comunes.

Ahora bien, esto no se consigue del día a la noche. Es crucial establecer prioridades y objetivos, para luego avanzar en este proceso que esté acorde con el momento vital de la compañía. Cuando lanzas una startup al mercado, seamos sinceros, el foco principal es la contratación, por ello, pusimos la atención en un buen proceso de incorporación y onboarding. Una vez la empresa crece el foco evoluciona.

Hoy tenemos debates muy interesantes sobre cómo se estructura la organización. Este tipo de decisiones sobre cómo queremos configurarnos son bastante recientes porque estamos creciendo, nos estamos volviendo internacionales. Y este es un elemento más a añadir a nuestra lista de desafíos.

La diversidad es un tema crucial que no solo mejora el rendimiento de los equipos, sino que también es una demanda de los empleados actuales y futuros. Nuestro modelo de negocio no va a «salvar el mundo», pero tenemos un papel que desempeñar como empresa y necesitamos preguntarnos, ¿cómo puedo hacerlo de forma más inteligente y de la mejor manera posible? Así que tenemos nuestra estrategia de impacto en la que se incluye la diversidad e inclusión.

Queremos asegurarnos de que las personas puedan ser ellas mismas en el trabajo, sean apreciadas y tengan la mente abierta porque eso las hará estar más cómodas y más comprometidas en el futuro. Eso sí, no se puede cubrir todo, así que necesitas preguntarte cuáles son los principales desafíos que enfrentas como empresa en este preciso momento.

En Qonto, hemos identificado varios temas en los que enfocarnos, siendo uno de ellos la representación femenina. A pesar de los desafíos en la industria fintech, donde las mujeres están subrepresentadas, hemos logrado casi un equilibrio de género, con un 44 % de mujeres en la empresa y un 43 % en el equipo de liderazgo.

También hemos abordado temas de diversidad cultural. Con un 50 % de la plantilla no francesa y más de 75 nacionalidades representadas, promovemos un entorno inclusivo y flexible que permite a las personas trabajar desde diferentes ubicaciones.

Nuestro próximo gran desafío es continuar atrayendo y reteniendo talentos diversos, especialmente en roles de liderazgo senior. Además, necesitamos ajustar nuestra configuración organizativa para facilitar el trabajo eficiente y mantener la autonomía y la esencia que caracteriza a una startup, incluso a medida que escalamos.

En resumen, construir una cultura diversa y sólida en una empresa en crecimiento no es una tarea fácil, pero es esencial para el éxito a largo plazo. En Qonto, seguiremos apostando por las personas, invirtiendo en su desarrollo y asegurándonos de que todas se sientan valoradas y parte de esta emocionante aventura.