Ya seas un emprendedor que ha montado una startup, el dueño de una pyme o el propietario de una empresa de gran envergadura, es probable que en algún momento (especialmente, al principio de tu aventura empresarial) te preguntes: ¿qué impuestos paga una empresa en España? Vamos a verlos todos en este artículo.
¿Qué tipos de impuestos paga una empresa española?
Para determinar qué impuestos ha de tributar una empresa, es necesario conocer antes el marco tributario de España. En una primera categorización, podemos hablar de dos tipos fundamentales de impuestos:
- Impuestos directos, que inciden sobre la riqueza generada o poseída. Incluyen tributos como el Impuesto sobre Sociedades (que grava los beneficios empresariales) o el IRPF (que se aplica sobre los ingresos de las personas físicas).
- Impuestos indirectos, que repercuten sobre el consumo. El IVA vendría a ser el ejemplo más conocido de impuesto indirecto, ya que es un tributo que afecta a la mayoría de las transacciones comerciales de bienes y servicios.
Si vamos más allá de esta categorización de los impuestos y los consideramos en base a su ámbito de aplicación, necesitaríamos tener en cuenta otros tres tipos diferentes:
- Impuestos Estatales, gestionados por la Agencia Tributaria a nivel nacional.
- Impuestos Autonómicos, específicos de cada comunidad autónoma y con variaciones de un territorio a otro.
- Impuestos Locales como el IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles) o IAE (Impuesto sobre Actividades Económicas), definidos a un nivel puramente local.
¿Con qué modelos se presentan los impuestos en España?
Una vez conocidos los impuestos que debe pagar una empresa en España, la siguiente pregunta surge por sí sola: ¿y cómo se pagan todos estos impuestos? Todas las empresas tienen la obligación de presentar una serie de modelos tributarios ante la Agencia Tributaria para cumplir con sus obligaciones fiscales. Estos modelos varían según el tipo de impuesto y la frecuencia de presentación.
A continuación tienes una tabla con los principales modelos a tener en cuenta:
Modelo | Uso |
---|---|
Modelo 036 |
Alta, baja y modificación de datos en el censo de trabajadores. |
Modelo 111 |
Retenciones de IRPF. Se presenta de forma trimestral. |
Modelo 115 |
Retenciones por alquileres. También con carácter trimestral. |
Modelo 180 |
Resumen anual del modelo 115. |
Modelo 190 |
Resumen anual del IRPF. |
Modelo 200 |
Liquidación anual tanto del Impuesto de Sociedades como del Impuesto de la Renta de No Residentes. |
Modelo 303 |
Autoliquidación del IVA. Generalmente se presenta cada trimestre, aunque en algunos casos puede ser anual. |
Modelo 347 |
Operaciones con terceros (clientes o proveedores) que superan los 3005.06 euros anuales. Este modelo se presenta una vez al año. |
Modelo 349 |
Operaciones dentro de la Unión Europea. Su presentación puede ser mensual, trimestral o anual, dependiendo del caso. |
Modelo 390 |
Resumen anual del IVA. |
¿Cuántos impuestos se pagan en una empresa?
Definir un total de impuestos asociados a una cifra monetaria exacta que una empresa debe pagar en España es una tarea compleja… Por no decir que es directamente imposible. Al fin y al cabo, no existe un monto universal aplicable a todas las empresas, ya que la carga tributaria varía de un caso a otro dependiendo de todo un conjunto de factores.
Aspectos como el tamaño de la empresa, su estructura legal, el sector en el que opera, su volumen de negocios y hasta la localización geográfica dentro del país pueden influir significativamente en el total de impuestos a pagar. Por eso, cada empresa debe realizar un análisis detallado de su situación particular para comprender su obligación tributaria.
En conclusión, la respuesta a cuántos impuestos paga una empresa en España es: depende. Porque, realmente, depende de las circunstancias de la propia empresa, su actividad económica y cómo gestiona sus obligaciones y beneficios tributarios.
Impuesto sobre Sociedades (IS)
El Impuesto sobre Sociedades (IS) es un tributo estatal directo que grava la renta de todas las sociedades (limitadas, anónimas, cooperativas o civiles) y personas jurídicas con sede en territorio español. Es obligatorio, por lo tanto, para todas aquellas empresas que residan en España o se hayan creado en nuestro país.
Su declaración es anual, aunque su pago se efectúa de manera fraccionada en tres plazos durante el ejercicio financiero. Aunque el tipo impositivo general del Impuesto sobre Sociedades es del 25 %, existen dos tipos especiales reducidos: uno del 15 % para empresas de nueva creación y otro del 20 % para cooperativas fiscalmente protegidas.
Existen dos modelos relativos al IS que es necesario conocer y tramitar:
- Modelo 200 para la declaración del Impuesto sobre Sociedades.
- Modelo 202 para el pago fraccionado del Impuesto sobre Sociedades.
Retenciones a cuenta del IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas)
Las empresas no están sujetas al IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) precisamente porque ya tributan a través del Impuesto sobre Sociedades. Aun así, las personas jurídicas sí que están obligadas a realizar retenciones a cuenta del IRPF que deben tributar a Hacienda con los siguientes modelos:
- Modelo 111 para las retenciones en nóminas o en las facturas de profesionales.
- Modelo 115 para las retenciones en el pago de facturas de alquiler de inmuebles.
Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA)
El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) grava el consumo de bienes y servicios, y es obligatorio tanto para personas físicas (ciudadanos) como para personas jurídicas (empresas). Este tributo es aplicable en Península y Baleares, mientras que en las islas Canarias el Impuesto General Indirecto Canario (IGIC) substituye al IVA.
Al hablar del Impuesto sobre el Valor Añadido, es necesario distinguir entre dos tipos fundamentales. El IVA repercutido es el tributo que las empresas recaudan cuando venden su producto o servicio. El IVA soportado, por su parte, es el tributo que grava las transacciones de una empresa con sus proveedores.
Si nos guiamos por los tipos impositivos, existen tres tipos de Impuesto sobre el Valor Añadido:
- IVA general del 21% para todos los bienes y servicios en España.
- IVA reducido del 10% para alimentos, transportes, venta de inmuebles nuevos, agua, agricultura, ganadería y productos y servicios médicos.
- IVA superreducido del 4% para productos de primera necesidad (medicamentos, libros y ciertos alimentos como, por ejemplo, el pan, la harina o la leche).
El IVA se declara a Hacienda con dos modelos:
- Modelo 303 para la autoliquidación del IVA trimestral.
- Modelo 390 para el resumen anual del Modelo 303.
Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE)
El Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) grava la actividad económica de las personas físicas y jurídicas. Es aplicable tanto a trabajadores por cuenta propia (autónomos) como a empresas, independientemente de su actividad profesional, económica o artística.
El impuesto se abona anualmente a Hacienda con una única excepción: los autónomos y empresas con un volumen neto de negocio inferior al millón de euros. Para tramitarlo, es necesario usar el Modelo 036 y el Modelo 037.
Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI)
El Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) grava el valor catastral de los bienes inmuebles. Se trata de un tributo directo de carácter real, con titularidad municipal y exacción obligatoria. Es, además, un impuesto de devengo periódico cuya gestión está compartida con la Administración del Estado. Explicado fácilmente, es el impuesto que pagamos por tener bienes inmuebles en propiedad (tierras, edificios, caminos, construcciones…).
Su base imponible se constituye a partir del valor catastral del suelo (precio del terreno) y de las construcciones de los bienes inmuebles que ese mismo suelo albergue. Una vez determinada esta base imponible del IBI, debe notificarse de forma oficial y siempre será susceptible de impugnación según lo dispuesto en las normas reguladoras del catastro inmobiliario.
Al depender de los ayuntamientos, pueden existir notorias diferencias entre los diferentes aspectos del Impuesto sobre Bienes Inmuebles. Es recomendable buscar información al respecto de diferentes factores:
- Porcentaje a pagar.
- Fecha de pago.
- Método de pago.
- Facilidades de pago.
- Bonificaciones.
Finalmente, hay que tener en cuenta que solo están obligadas a pagar el IBI aquellas personas físicas o jurídicas que consten como propietarias de un inmueble. Es ilegal, por lo tanto, pedir a una persona o empresa en alquiler que pague el Impuesto sobre Bienes Inmuebles.
Impuestos municipales
A la hora de considerar qué impuestos paga una empresa en España, es necesario tener en cuenta todo un conjunto de tributos que operan a nivel municipal. Estos son algunos de ellos:
- Impuesto de Circulación de un Vehículo (IVTM), aplicado sobre todo en los vehículos a motor.
- Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), que grava todas aquellas construcciones, instalaciones y obras que necesiten una licencia de obras o urbanística.
- Tasas municipales por temas como licencias de apertura, residuos urbanos, etc.
Impuestos autonómicos
En el caso de determinadas actividades profesionales, las empresas pueden estar sujetas al pago de ciertos impuestos autonómicos como, por ejemplo, el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados. Para ello, es necesario tener al día los siguientes modelos:
- Modelo 605 para actos jurídicos documentados.
- Modelo 609 para operaciones societarias.
- Modelo 610 para recibos de entidades de crédito.
- Modelo 620 para vehículos y embarcaciones.
Otros impuestos
Además de todos los impuestos que ya se han tratado en este artículo, es probable que una empresa tenga que afrontar otros tributos que dependan directamente de su actividad profesional. Existen dos impuestos comunes:
- Impuestos medioambientales relacionados con la producción de energía eléctrica y combustibles o el impuesto de vehículos de tracción mecánica. Son tributos que tienen como meta el avance del país hacia una economía verde consciente y consecuente con las necesidades actuales del planeta.
- Impuestos especiales que pueden ir parejos a diferentes procesos como, por ejemplo, la creación de empresa (por ejemplo, el tributo de actos jurídicos documentados que hay que pagar al personarse ante notario).
La importancia de estar al día con los tributos estatales ante la Agencia Tributaria
Mantener al día las obligaciones tributarias es fundamental para la gestión de cualquier empresa que opere dentro del territorio español. Para ello, es imprescindible tener un buen conocimiento del complejo sistema tributario de nuestro país, lleno de impuestos directos e indirectos.
Las empresas deben cumplir con sus responsabilidades tributarias no solo para evitar sanciones, sino porque, al hacerlo, también pueden descubrir nuevas formas de optimizar y aligerar su carga fiscal. Esto se traduce en una gestión más eficiente de los ingresos y, en consecuencia, en una optimización de la salud financiera de la empresa.
Además, las empresas que mantienen al día sus obligaciones tributarias transmiten una imagen de fiabilidad y solidez no solo frente a la Agencia Tributaria, sino también ante socios comerciales, inversores y clientes. En un mundo empresarial en el que la transparencia y la responsabilidad son valores cada vez más apreciados una gestión tributaria proactiva, transparente y completa se convierte en un distintivo de confianza.
Por lo tanto, más allá de cumplir con una obligación, estar al día con las obligaciones tributarias es una estrategia inteligente para las empresas. Esto implica no solo asegurar el pago de impuestos (directos e indirectos) y la presentación de declaraciones dentro de plazo, sino también comprender cómo la gestión de todos estos tributos impacta en los ingresos y finanzas de la empresa.
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