La contabilización de las tarjetas de crédito de empresa

Contabilización tarjetas crédito empresa

Las tarjetas de crédito se han convertido en un elemento dinámico y esencial para las organizaciones comerciales. Permite tener un mayor control de los gastos y además se adapta a diversas legislaciones que prohíben que transacciones superiores a 2500 euros, entre empresas, profesionales autónomos o alguna de las anteriores partes con una persona natural, se realicen en efectivo. Estas normativas se han implantado en Europa para combatir las transacciones fraudulentas y la evasión de impuestos, siendo un factor importante que ha promovido el uso de productos como: tarjeta virtual, tarjeta business y demás tarjetas de crédito para negocios. Sin embargo, surgen muchas dudas sobre ¿cómo contabilizar gastos tarjeta de crédito?

La tarjeta business es la mejor herramienta para gestionar pagos de dietas a empleados, gestionar gastos de vehículos y demás compras que se ejecutan día a día en las empresas. Contabilizar estos pagos puede ser sencillo para las empresas, ya que solo representa asientos en cuentas de uso convencional como banco o póliza de crédito.

Es importante conocer que cuando pagamos con una tarjeta de crédito, aunque esta esté a nuestro nombre, no estaremos pagando con dinero nuestro, sino que estaremos pagando con dinero de la institución bancaria, siendo un dinero que nos estará prestado. Estos recursos son entregados de forma oportuna que se nos cobran posteriormente en comisiones y gastos administrativos.

Cuando las personas pertenecientes a la organización comercial realicen retiros de efectivo, los asientos contables deben registrarse con caja y servicios bancarios por el debe y la cuenta TDC por el haber

Si las empresas o autónomos realizan transacciones de compras con su TDC, los asientos deben registrar gasto e impuesto por el debe y el cargo en TDC por el haber. En casos donde los pagos se realiza de forma combinada con efectivo, es decir, una porción inferior a 2500 euros del monto se realiza en efectivo, los asientos deben registrar el gasto y los impuestos por el debe, y en el haber el dinero saliente por concepto de gastos (caja) como también el cargo en TDC.

Las instituciones bancarias en general, hacen cortes mensuales para determinar cuotas para pagar y efectuar la liquidación en cuenta. El usuario puede escoger entre pagar el monto mínimo mensual o pagar el total de la deuda. En ambos casos los asientos contable se efectúan registrando el cargo en TDC y las comisiones bancarias por la columna de débitos (debe), y el dinero descontado del banco por el haber.

Un gran número de empresas y profesionales autónomos cuentan con terminales TPV, siendo este un dispositivo proporcionado por entidades bancarias para realizar el cobro mediante tarjetas de débito y crédito. Estos cobros generalmente se efectúan por concepto de ventas de productos o prestación de servicios. Un porcentaje significativo de estos cobros se realizan mediante tarjetas de crédito.

Estos terminales generan ciertas comisiones, que suelen variar de acuerdo con la institución bancaria, el tipo de tarjeta utilizada y otros factores financieros. Los asientos contables siguen siendo los mismos y se registran de la siguiente forma:

Cuando las empresas prestan un servicio y el cobro se efectúa en su totalidad con tarjeta de crédito, el registro contable se realiza con prestación de servicio por la columna de débitos y cliente, TPV e impuesto por la columna de créditos.

Cuando la entidad financiera ejecuta la liquidación en cuenta, el asiento debe reflejar los gastos financieros de la transacción.

• Cliente TPV: haber
• Servicios bancarios (% sobre el monto cobrado): haber
• Banco: debe

Estas tarjetas funcionan de forma similar a contabilizar tarjeta crédito, sin embargo, cabe destacar que las de débito no generan comisiones ni intereses significativos por su uso. Esto se debe a que el saldo existente en dicha tarjeta proviene de los fondos pertenecientes al titular, en cambio en las tarjetas de crédito el saldo proviene de un límite impuesto por la institución financiera como préstamo para uso común del titular.

Los asientos con las tarjetas de débito se realizan de la misma forma que una tarjeta de crédito, pero cabe destacar que la mayoría de transacciones con tarjetas de débito no generan comisiones ni intereses, por tanto, dicho asiento de intereses o comisiones se utilizará de forma eventual.

Las TDC son más dinámicas que las de débito, además, poseen límites que permitirán controlar mejor los gastos efectuados por representantes de la empresa. Estas tarjetas ofrecen un crédito oportuno para cubrir gastos como viáticos y pagos eventuales, y la mayoría de TDC brindan plazos cómodos para pagar. La liquidación del monto mínimo de pago se efectúa una vez al mes. Incluso, las empresas pueden utilizar diversos tipos de tarjeta virtual, que facilitan las tareas de contabilidad general, brindan información detallada y pueden utilizarse en línea. Por tal motivo, las TDC se presentan como el producto ideal para hacer crecer tu negocio, ya que brindan asistencia a los ejecutivos de negocios que se desempeñan fuera de la empresa y favorecen el gasto controlado de tu dinero.

El Impuesto al Valor Añadido es uno de los factores que generan más inquietud entre las empresas y autónomos que realizan operaciones de pago o cobro con TDC. Actualmente, en las instituciones financieras existe una gran variedad de productos especialmente diseñados para empresas y autónomos, como las cuentas de algunos neobancos, especialmente pensadas para optimizar la gestión de medianas o pequeñas empresas. Estas cuentas reflejan información importante de contabilidad general. Además, permiten consolidar informes donde se muestra de forma detallada el IVA y contabilizar gastos tarjeta de crédito. De igual manera, Mastercard ofrece para las cuentas bancarias de empresas y autónomos la posibilidad de obtener una tarjeta business, que permitirá la deducción automática del IVA.