Aun así, antes de poner en marcha este sistema, ten en cuenta varios aspectos:
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Infraestructura bancaria. No todos los bancos ofrecen la funcionalidad del cash pooling, y puede conllevar que llegues a acuerdos específicos.
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Software de tesorería. Herramientas como Qonto te facilitan el control y la automatización del flujo de caja y la contabilidad.
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Aspectos legales y fiscales. El plano legal es un tema muy importante en sistemas internacionales, donde es necesario cumplir la regulación de movimientos entre filiales.
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Políticas internas del grupo. Debes establecer normas claras sobre los límites de traspaso, intereses internos y responsabilidad de saldos.
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Seguimiento contable preciso. Las operaciones de cash pooling deben quedar perfectamente reflejadas en la contabilidad del grupo.
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Evaluación de riesgos. Hay que contemplar los riesgos legales, fiscales y de liquidez antes de implementarlo.
De todas formas, para profundizar en estos puntos, en Qonto te podemos explicar con el máximo detalle cómo analizar la gestión de tesorería de una empresa.
En definitiva, el cash pooling además de una técnica para agrupar saldos, es una palanca estratégica para mejorar la salud financiera del grupo. Al implementarlo, la empresa matriz asume un rol clave en la toma de decisiones financieras, ya que optimiza el uso de los recursos financieros y mejora la resiliencia ante escenarios cambiantes. Por ende, contribuye a una gestión centralizada y más alineada con los objetivos globales del grupo.