Entender el flujo de caja es algo así como aprender a leer el lenguaje secreto de tu negocio. ¿Eres consciente de que un manejo eficaz de este concepto puede marcar la diferencia entre el éxito o el fracaso de una empresa? Este artículo te enseñará a desglosar el cálculo del flujo de caja para mejorar la forma en la que gestionas tus finanzas.
Cómo hacer el cálculo del flujo de caja de una empresa (paso a paso)
¿Qué es el flujo de caja (cash flow)?
El flujo de caja (cash flow) es la medida de los flujos de efectivo netos que entran y salen de una empresa durante un período determinado. Es un indicador importante a la hora de evaluar la liquidez, la solvencia y la viabilidad financiera de un negocio.
El flujo de caja no solo refleja la capacidad de una empresa para generar ingresos, sino que también muestra cómo se están gestionando los gastos y las inversiones. Es decir, su cálculo no solo pretende contabilizar el efectivo que entra, sino que también intenta entender cómo se distribuye ese mismo efectivo dentro del negocio para cubrir todos los costes operativos, además de las necesidades de inversión y financiación.
Dicho de una forma más gráfica: el flujo de caja ofrece una imagen clara de la salud financiera de una empresa. Sin un flujo de caja positivo, el negocio se enfrentará a desafíos desagradables como, por ejemplo, el pago a proveedores o la propia operatividad. Por lo tanto, calcular y monitorear este flujo es una tarea esencial tanto para la supervivencia como para el crecimiento de un negocio.
¿Por qué es importante para una empresa?
El flujo de caja es un indicador financiero que ofrece una visión clara de la capacidad de una empresa para sostener sus operaciones y expandirse. Existen cuatro motivos principales por los que es un concepto de importancia crucial para cualquier negocio:
- Solidez operativa. Un flujo de caja positivo indica que una empresa puede manejar sus gastos operativos y cumplir con sus obligaciones financieras, lo que permite mantener la continuidad del negocio sin interrupciones.
- Capacidad de expansión. Cuando es positivo, este flujo de caja permite planificar y ejecutar estrategias de crecimiento con seguridad (como, por ejemplo, la apertura a nuevos mercados o la adquisición de activos críticos).
- Mejores condiciones de financiación. Manejar de forma positiva el flujo de caja incrementa la credibilidad financiera ante bancos e inversores. Y esto, a su vez, facilita el acceso a financiación bajo condiciones más favorables.
- Decisiones estratégicas. Monitorizar el flujo de caja ofrece la visión necesaria para tomar decisiones informadas con mayor probabilidad de éxito, ya hablemos de inversiones, reestructuraciones o cualquier otro tipo de operación.
Tipos de flujo de caja
El flujo de caja suele dividirse en diferentes categorías, cada una de ellas con su propio impacto y relevancia dentro de la gestión financiera de una empresa. A continuación tienes los tres tipos de flujo de caja que debes mantener bajo control en el día a día contable de un negocio.
Flujo de caja operativo
El flujo de caja operativo se refiere a los ingresos netos generados por las actividades principales de la empresa, es decir, los que resultan de la producción y la venta de bienes o servicios.
Este tipo de flujo de caja suele tomarse como indicador de la eficiencia operativa del negocio. Incluye pagos a proveedores, gastos de personal y otros costes operativos, además de los ingresos procedentes de los clientes.
Y lo que realmente interesa aquí: un flujo de caja operativo positivo significa que la empresa está generando suficiente dinero para sostener sus operaciones diarias. Lo que es, fundamentalmente, el objetivo básico de cualquier negocio.
Flujo de caja de inversión
El flujo de caja de inversión refleja el dinero gastado en inversiones en activos a largo plazo como propiedades o equipos, así como las entradas de efectivo de la venta de estos activos.
Entender este flujo es entender cómo la empresa está invirtiendo en su futuro y en la expansión de sus capacidades. Hay que tener en cuenta, eso sí, que un flujo de caja de inversión negativo no tiene por qué ser algo inherentemente malo, ya que las inversiones pueden generar retornos significativos a largo plazo.
Flujo de caja de financiación
El flujo de caja de financiación muestra el efectivo que entra y sale de la empresa relacionado con actividades financieras, incluyendo la emisión de deuda, la recompra de acciones, los pagos de dividendos y la obtención de nuevos préstamos.
Este tipo de flujo es indicativo de la estrategia que una empresa implementa para gestionar su estructura de capital y financiar sus operaciones y expansión. Los cambios en este flujo pueden reflejar una estrategia financiera más agresiva o conservadora dependiendo de las necesidades y situaciones del negocio.
Diferencias entre los tres tipos de flujo de caja
¿Te sigue pareciendo difícil distinguir entre los tres tipos de flujo de caja? Aquí tienes una tabla comparativa para acabar de aclarar los conceptos.
Tipo de flujo de caja | Fuente principal | Indica | Impacto crítico |
---|---|---|---|
Operativo |
Actividades diarias de negocio (ventas, servicios). |
Eficiencia operativa y capacidad para sostener operaciones diarias. |
Positivo muestra buena salud operativa; negativo puede indicar problemas en operaciones. |
Inversión |
Compras y ventas de activos a largo plazo (inmuebles, maquinaria). |
Inversiones en el crecimiento y expansión del negocio. |
Negativo es normal cuando se invierte en el futuro; positivo puede indicar venta de activos. |
Financiación |
Transacciones financieras (préstamos, emisión de acciones). |
Estrategias de financiación y estructura de capital. |
Variado; depende de la necesidad de financiación externa o devolución de capital a inversores. |
¿Cómo calcular el flujo de caja de una empresa? (Paso a paso)
Ahora que estos conceptos han quedado claros, es momento de pasar a la acción. Una acción que, en este caso, puede dividirse en un total de nueve pasos necesarios para realizar el cálculo del flujo de caja de una empresa.
1. Determinar el período de tiempo
El primer paso para calcular el flujo de caja es definir el período de análisis, que puede ser mensual, trimestral o anual. Esto establece el marco temporal para todas las mediciones y comparaciones.
2. Recopilar los ingresos totales
Agrupa todos los ingresos recibidos durante el período seleccionado. Esto incluye ventas, retornos de inversiones y cualquier otro ingreso operativo. Esta cifra representa el total de efectivo que entra en la empresa desde sus actividades primarias y secundarias.
3. Sumar los gastos operativos
Recopila y centraliza todos los gastos que la empresa necesita afrontar para llevar a cabo sus operaciones diarias. Esto incluye salarios, costes de materiales, alquileres y cualquier otro abono necesarios para que el negocio pueda funcionar con normalidad.
4. Calcular el flujo de caja operativo
Resta los gastos operativos de los ingresos totales para obtener el flujo de caja operativo. Este resultado muestra el efectivo neto generado directamente por las actividades principales de la empresa.
5. Identificar y sumar los flujos de caja de inversión
Llegados a este punto, debes registrar todas las salidas de efectivo hacia inversiones en activos a largo plazo y las entradas por ventas de dichos activos. Es crucial para entender cómo la empresa está invirtiendo en su expansión y renovación.
6. Evaluar los flujos de caja de financiación
Incluye todas las entradas y salidas de efectivo relacionadas con actividades financieras, tal y como la obtención de préstamos, emisión de acciones, pago de dividendos o amortización de deudas.
7. Calcular el flujo de caja neto usando la fórmula adecuada
Finalmente, suma el flujo de caja operativo, de inversión y de financiación para determinar el flujo de caja neto del período. Esta cantidad final te ofrecerá una visión clara de la cantidad total de efectivo que ha sido generada o utilizada por la empresa en el período establecido.
En resumidas cuentas, no tienes que hacer más que calcular la siguiente fórmula:
Flujo de caja neto = Flujo de caja operativo + Flujo de caja de inversión + Flujo de caja de financiación
Ejemplo de flujo de caja de una empresa
Imagina una pequeña empresa que se dedica a la fabricación de productos ornamentales de artesanía. Al cerrar un año fiscal, quiere calcular su flujo de caja. Para ello, necesita los siguientes datos básicos:
- Ingresos totales: 150 000 € (ventas de productos).
- Gastos operativos: 90 000 € (incluye materiales, salarios y alquiler).
- Inversiones: 30 000 € (compra de una nueva máquina).
- Financiación: 20 000 € (préstamo bancario recibido).
Si aplicamos la fórmula del flujo de caja neto, obtendremos el siguiente cálculo:
Flujo de Caja Neto = (150 000 € - 90 000 €) + (-30 000 €) + 20 000 € = 50 000 €
En este caso, la empresa tiene un flujo de caja neto positivo de 50 000 € a finales de año, lo que indica que ha generado más efectivo del que ha gastado.
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