Plan de negocio: 6 partes imprescindibles

¿Quieres emprender, pero no sabes por dónde empezar? Entonces has llegado al lugar adecuado.

Probablemente ya lo sepas: emprender no es algo que se pueda improvisar, así que antes de poner en marcha tu negocio, tienes que tomarte el tiempo necesario para perfeccionar tu proyecto. Una buena idea no es suficiente para construir una empresa rentable a largo plazo. También debes, entre otras cosas, estudiar tu mercado, construir tu oferta y posicionamiento, definir tu estrategia de marketing, prever tus costes y tu volumen de negocio...

Esta fase de preparación, esencial para el éxito de tu empresa, se lleva a cabo mediante la elaboración de un importante documento: el plan de negocio. Se trata de la culminación y la síntesis de tus ideas y contiene los puntos clave de tu proyecto. Además, lo podrás utilizar para demostrar tu solidez financiera a posibles socios e inversores.

Pero, ¿qué debe contener exactamente? ¿Y cuáles son las mejores estrategias para elaborar un plan de negocio convincente? Sigue leyendo.

El plan de negocio, llamado business plan en inglés, es un documento completo que detalla todos los aspectos clave de tu futura empresa, incluyendo:

• El proyecto.
• El equipo que formará parte del proyecto.
• El estado del mercado, la competencia, los clientes objetivo y tus necesidades.
• Los objetivos y la estrategia global prevista.
• Métodos de financiación.
• Las previsiones financieras detalladas, normalmente para un periodo de tres años.

Redactar un plan de negocio para tu proyecto empresarial es esencial por dos razones. En primer lugar, pretende convencer a los socios potenciales. Este es tu principal objetivo. Si buscas financiación para tu emprendimiento, se te pedirá automáticamente que presentes un plan de negocio.

Es posible que tengas que presentarlo a muchas personas ajenas a tu empresa, como:

• Bancos.
• El Gobierno.
• Futuros socios.
• Autoridades locales y regionales.
• Business Angels (es decir, personas que buscan invertir dinero en empresas de nueva creación o en empresas innovadoras con gran potencial de crecimiento).

Por otro lado, el plan de negocio te ayuda a perfilar los contornos de tu proyecto. De hecho, al tomarte el tiempo de poner sobre el papel (o la pantalla) tus intenciones, también ganas en claridad. Estructuras tus ideas y tienes una visión más clara de la estrategia a poner en marcha.

El plan de negocio, por importante que sea, no es un documento legal (como los estatutos de la empresa, por ejemplo). Por tanto, no hay formalidades específicas que respetar ni menciones legales obligatorias que añadir.

Sin embargo, tu plan de negocio debe ser consistente y bien estructurado. En general, consta de 5 o 6 partes, cada una de ellas referida a un tema principal.

Debe ser lo suficientemente preciso para demostrar que es serio, pero lo suficientemente sintético para que los inversores quieran seguir leyendo. En general, no tiene más de 30 páginas. Se trata, por lo tanto, de un delicado acto de equilibrio.

El resumen ejecutivo es la síntesis de tu proyecto:

• Tu oferta.
• Tus clientes y tu mercado objetivo.
• Tus valores, el sentido de tu proyecto, tu "por qué".
• Tus ambiciones de desarrollo a corto y medio plazo.

Cualquiera que lea este documento debe comprender inmediatamente las líneas principales y los puntos clave de tu proyecto. Cada apartado se detallará en el resto del documento.

Ten en cuenta que el resumen ejecutivo es probablemente la parte más importante de tu plan de negocio, ya que despertará el interés del lector y hará que quiera saber más sobre tu empresa. Así que dedica tiempo a escribirlo para dar una buena primera impresión.

En este segundo apartado, debes explicar con detalle los productos o servicios que ofrece tu empresa. En otras palabras, lo que vas a vender.

No te limites a describir tu producto. También hay que destacar:

• Su utilidad y beneficios.
• La necesidad que satisface, es decir, el problema que resuelve.
• Su valor añadido en comparación con las ofertas de tus competidores.
• El posicionamiento y el precio.

Por último, evita la jerga y los términos complejos. Si tus productos son técnicos, puedes utilizar una tabla o un diagrama para presentarlos. Este documento debe ser entendido por todos, incluso por las personas que no están familiarizadas con el sector.

Esta etapa del plan de negocio suele descuidarse. Y eso es un error. En efecto, sin personas, no hay empresa. Es el equipo el que lleva el proyecto y los inversores son muy conscientes de ello.

Aquí, es aconsejable detallar el perfil de los miembros de tu equipo, y más precisamente sus:

• Antecedentes.
• Habilidades.
• Motivación.
• Papel y grado de contribución al proyecto.

También puedes especificar aquí quién será el líder de la empresa y las razones de esta elección.

Es fundamental destacar la complementariedad de cada persona. Demuestra que existe una buena sinergia dentro del equipo y que estos miembros no han sido elegidos por casualidad. Cada persona aporta algo específico a la empresa: conocimientos técnicos, habilidades, etc.

El equipo no son solo los socios de la empresa. Dependiendo del proyecto, puede ser pertinente presentar a:

• Empleados.
• Asesores de la empresa (como el contable, por ejemplo).
• Y, en general, a todas las personas que vayan a estar involucradas.

Si vas a ser la única persona que llevará adelante el emprendimiento, no debes descuidar esta parte de tu plan de negocio. Describe tu formación, experiencia profesional y motivaciones. En otras palabras, demuestra por qué tú eres capaz de llevar a cabo este proyecto.

El modelo de negocio se refiere simplemente a la forma en que tu empresa generará beneficios y responde a la pregunta fundamental: ¿cómo venderás tu producto?

Para ello, el modelo de negocio debe definir:

• Lo que vas a vender.
• En qué mercado y para qué clientes objetivo.
• De qué manera.
• Para qué beneficio.

No confundas el plan de negocio con el modelo de negocio. Como puedes ver, son dos conceptos muy diferentes.

Para responder a todas estas preguntas, puedes destacar:

1. 1. Las lecciones aprendidas de tu estudio de mercado.

Normalmente habrás realizado algún estudio de mercado antes de redactar tu plan de negocio. Este trabajo te permite determinar tus clientes objetivo y tus necesidades, identificar a tus competidores y ser consciente de los riesgos y oportunidades de tu sector. En el plan de negocio, puedes presentar tus resultados, con las cifras que has recogido.

1. 2. La estrategia de marketing prevista

No basta con ofrecer un buen producto, también hay que darlo a conocer. Este es el objetivo de tu estrategia de marketing. Aquí debes detallar las acciones de comunicación que quieres implementar para ganar notoriedad (publicidad, marketing de contenidos, marketing de influencers, etc.).

Estas acciones deben adaptarse a tus metas, a tus clientes objetivo y a tu sector de actividad.

En este documento, también debes presentar una previsión financiera (o plan de financiación) para los próximos tres años.

En otras palabras, debes ser capaz de estimar tus gastos, tus ingresos (tu facturación) y tu punto de equilibrio. Este último es la cantidad de volumen de negocio que tu empresa debe alcanzar para ser rentable.

En esta parte del plan de negocio, también deben abordarse las necesidades de financiación de la compañía. Como mínimo, debes ser capaz de responder con precisión a las siguientes preguntas:

• ¿Con qué métodos de financiación puedo contar para mi proyecto (aportación personal, préstamo bancario, recurso a inversores)?
• ¿Cuáles son las inversiones iniciales necesarias para poner en marcha mi emprendimiento (compra de existencias, máquinas, herramientas, etc.)?
• ¿Cuáles serán mis costes recurrentes?

Por supuesto, estas cifras no deben estimarse al azar. Son el resultado de un análisis preciso.

En concreto, tu previsión comprende 4 partes principales. Cada una debe presentarse en forma de cuadro financiero.

En esta fase del plan de negocio, es importante destacar los aspectos legales de tu proyecto, en particular:

• Tu estatus legal y las razones de esta elección.
• El importe del capital social de la empresa y la distribución de las acciones entre los socios.
• Modelo de tributación de tu empresa.

No hay normas específicas que deban seguirse al redactar un plan de negocio. Sin embargo, no hay que descuidar su forma. Es importante estructurar tu documento de forma clara, con partes bien diferenciadas, para que el lector pueda orientarse.

El plan de negocio también debe ser ordenado y fresco. Es mejor evitar los párrafos largos y utilizar frases cortas para facilitar la lectura. Asimismo, puedes jugar con el diseño añadiendo listas con viñetas o utilizando negritas y colores para resaltar los elementos importantes.

Por último, es interesante incluir elementos visuales. Puedes hacer diagramas, añadir tablas, gráficos e ilustraciones para aclarar tus ideas. Todo ello te ayudará a entender tu plan de negocio en su conjunto y, por tanto, tu proyecto empresarial.

Hay muchas plantillas de planes de negocio disponibles en internet: no dudes en utilizarlas como inspiración.

En la evolución de tu emprendimiento, es posible que tengas que presentar tu plan de negocio a diferentes personas. En este caso, lo ideal es escribir varias versiones en función de a quien te diriges. Por supuesto, no es necesario empezar el documento desde cero. Simplemente puedes cambiar el ángulo de tu resumen ejecutivo.

He aquí algunos ejemplos:

• Para un inversor público, como el Estado o una autoridad local, puedes hacer más hincapié en el servicio que prestas a la empresa.
• Para un business angel, será más relevante mostrar cómo tu empresa es innovadora.

El plan de negocio no es un documento inmutable. Por el contrario, evoluciona a medida que se avanza y que el mercado cambia. Actualízalo periódicamente. Nunca lo presentes con información obsoleta, ya que podrías dar una mala impresión (incluso si tienes un buen expediente).

Crear un plan de negocio es un ejercicio complejo. Afortunadamente, hay muchos actores disponibles para ayudarte en este proceso:

• Las incubadoras (para empresas innovadoras).
• Los contables.
• Otros emprendedores de tu red.

No dudes en que alguien externo revise tu plan de negocio. De este modo, te aseguras de que tu razonamiento sea claro y lógico para todos.

Ahora tienes todas las herramientas que necesitas para elaborar tu plan de negocio. ¿El siguiente paso? Crear la empresa. Con Qonto, puedes hacerlo en 4 días con tan solo dos llamadas, una visita al notario y un capital social de un euro.