Buena práctica n.° 1: comparte el presupuesto con tus equipos para evitar gastos excesivos
¿Qué sucede si has creado un presupuesto sólido y descubres que tu empresa supera con creces la asignación establecida? El gasto excesivo es un indicio de falta de comunicación más que de mala fe por parte de la plantilla.
Por eso, una vez que establezcas el presupuesto con tu unidad administrativa, es importante comunicárselo a todos tus equipos. Puede ser tan simple como hacer circular un documento sencillo que describa el gasto asignado para cada proyecto. De esa manera, todo el mundo tiene acceso a la misma información y pueden gastar con total conciencia y consideración del presupuesto.
Buena práctica n.º 2: automatiza la gestión de los presupuestos asignados
Muchos líderes de negocio han perdido un tiempo precioso revisando los gastos de la empresa con lupa, vigilando de cerca los estados financieros para detectar posibles errores presupuestarios. Jugar a ser detective no solo requiere mucho tiempo, sino que también puede provocar ansiedad. Intentar conciliar manualmente varios cientos de transacciones bancarias no es precisamente una vida fácil.
Afortunadamente, vivimos en una época en la que existen múltiples herramientas en el mercado que pueden automatizar el seguimiento de gastos para evitar sobrepasar el presupuesto. Tomemos como ejemplo a Qonto. Te damos la opción de crear y asignar presupuestos de equipo.
Pongamos esto en un escenario de la vida real. Imagina que eres el responsable de una pymes y has reservado 15 000 € para tu departamento de Marketing y 10 000 € para el de Ventas. Con la funcionalidad «Presupuestos», puedes crear un presupuesto para cada uno con solo unos pocos clics, lo que te brinda visibilidad en tiempo real de las transacciones, estés donde estés y te permite (realmente) evitar sobrepasar el presupuesto que has marcado.
Esta funcionalidad permite abrir una subcuenta para cada proyecto o equipo, de modo que puedas separar claramente los gastos por categirías y obtener más visibilidad sobre el estado de tu presupuesto.
Buena práctica n.° 3: examina y revisa tu presupuesto con frecuencia
A veces las cosas no salen según lo esperado, tal y como nos demostró claramente el año 2020. No hace falta que vivas con la preocupación constante de una futura pandemia, pero tienes que tener en cuenta que el mercado en el que operas siempre va a experimentar fluctuaciones (debido a la variabilidad de las materias primas disponibles, o a problemas logísticos globales, etc.).
Planifica en consecuencia. Evita gastar de más revisando periódicamente la relevancia de tu presupuesto (cada trimestre, por ejemplo) a la luz de cambios cíclicos o estructurales.
Lo que estás haciendo aquí es evaluar periódicamente si tus estimaciones realmente se ajustan a tus ingresos y gastos reales, y corregir el rumbo si no es el caso.
Esta es una práctica habitual en muchas empresas, pero aún más desde la reciente crisis sanitaria. En el lenguaje financiero lo llamamos pronóstico móvil.
Los pronósticos frecuentes te permiten reaccionar rápidamente ante contratiempos (por ejemplo, retrasando ciertos proyectos) para evitar problemas de flujo de efectivo más adelante en el año.