Durante muchos años se ha oído el término CIF. Pero, ¿qué significan exactamente estas letras?
Por separado, cuando se las nombra parecen siglas sin demasiado sentido, pero para el sector financiero y administrativo tienen una relevancia amplia. Sobre todo luego del Decreto Real. En este artículo te contamos todo lo que se necesita saber sobre el uso y el significado del CIF.
Lo primero que hay que aclarar es que el CIF ya no tiene validez y, por tanto, ya no está en uso. El real decreto 1065/2007 estableció el final del CIF a partir del 2008. El nuevo número de identificación entraría en vigencia para empresas y personas.
Lo que hasta hace un tiempo era conocido como Código de Identificación Fiscal, pasó a ser denominado NIF (Número de Identificación Fiscal) por el Real Decreto. Todas las empresas, sociedades de tipo limitada, etc., que se identificaban bajo el primer código, tuvieron que obtener el segundo para regular su identificación.
Aunque parezca una fusión sin mayor significación, no es así. Antes de esta unión, el NIF era solo para una persona física y no para las personas jurídicas. Actualmente, estas siglas recogen a distintos tipos de empresas y personas, con la distinción que la personalidad jurídica lleva una letra delante que marca distintos datos; como la nacionalidad, el lugar de residencia o la provincia.
El actual CIF tiene la característica de aportar datos de contabilidad de una empresa, física o jurídica. En España es habitual que delante del código aparezca la letra A, que indica que se trata de una sociedad anónima. También se encuentra la letra B, que responde a una sociedad de responsabilidad limitada. Aunque en menor medida, pero no por eso menos destacable, también se encuentran otros caracteres como la C, de sociedad colectiva, la D que presenta una sociedad comanditaria, y la J, que se trata de una sociedad civil.
Con el régimen actual, todas las sociedades civiles obtienen un NIF, similar a un DNI. Una diferencia marcada con el sistema anterior. Además, otra característica que ofrece es el número que se pone delante del código. Por ejemplo, si comienza con 02, será de Albacete. En cambio, si el inicio es con 03, será de Alicante.
Uno de los rasgos más característicos del nuevo formato es la exposición del código. Con el anterior, las empresas se guardaban ese número para tareas administrativas y no se tenía contacto fácilmente, hasta llegar a la facturación. Con el NIF, cualquier individuo puede tener contacto con los datos de empresas o pymes.
Para el sector de contabilidad, saber esta identificación fiscal es primordial. Para eso, se debe ingresar a la página de la Agencia Tributaria de España. El trámite puede ser de manera online o presencial. Se requiere el modelo 036, la copia de la escritura pública o un documento que sirva de aval para corroborar el estatuto o la creación de una empresa. A esto, hay que anexar el documento del Registro Público.
El NIF será lo primero a solicitar si la persona jurídica estará a cargo de la empresa en el modelo 036. Incluso, debe ser adquirido antes de ejecutar cualquier adquisición de bienes o realizar servicios. El trámite se aprueba en un periodo de 10 días, cuando sean comprobados todos los datos entregados.
La respuesta a una de las preguntas más frecuentes que se hacen cuando se habla de esta identificación fiscal es no. Los autónomos no tienen necesidad de tener este número identificatorio. El uso del DNI o Número de Identificación Fiscal es suficiente para poder realizar la facturación.
Sí. Todas las personas físicas pueden, solo el autónomo está exceptuado. Si no se cumple con los requisitos solicitados es probable que se obtenga un código de uso parcial. Cualquier tipo de documentación que falte, como el registro, debe ser presentada en un periodo no mayor a los 30 días. Por otro lado, tú tendrás que ser consciente de que se puede rechazar y anular el pedido de identificación fiscal. Es tu responsabilidad que esto no ocurra.
El actual CIF está conformado por un total de 9 dígitos numéricos. Como se menciona anteriormente, el primer número indica la condición jurídica de la empresa, como por ejemplo el tipo de responsabilidad, si es limitada o no. Los dos dígitos siguientes serán los números que muestran la provincia donde está radicada determinada empresa. Del carácter 4 al 8, indica de forma correlativa la inscripción de esa firma en su lugar de operación.
El último número es el que está relacionado con una función de control. En caso de ser un doble 0, se trata de un no residente. En cambio, si está en las categorías A, B, E, o H, es solo un número. Y se ponen letras si está dentro de las categorías P, Q, S o W.
Cómo distinguir las letras del código de identificación NIF
El autónomo no está sujeto a obtener este tipo de identificación que lanzó el Decreto Real. Personas, sean físicas o jurídicas, empresas y pymes sí deben tenerlo.
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