Competitividad, globalización y digitalización definen el panorama empresarial actual. Así que, ¿cómo marcar la diferencia en él? Con creatividad e innovación. Dos conceptos que ya no son un lujo, sino una necesidad estratégica. Las empresas con pensamiento creativo e innovador son más ágiles, adaptables, eficientes y están más preparadas para competir, crecer y conectar.
Frente a la digitalización y la saturación de mercados, creatividad e innovación son condiciones básicas para sobrevivir. Te anticipan a la demanda del mercado con soluciones diferenciales y relaciones más duraderas con clientes. De hecho, el 84% de los ejecutivos considera la innovación como algo esencial para su crecimiento empresarial.
El impacto es aún más evidente en pymes, autónomos, startups y microempresas, donde adaptarse rápido, pensar de forma no convencional y transformar ideas en productos y servicios marca la diferencia entre crecer o morir. Y, además, ahora la innovación es más que tecnología: transforma la gestión, el modelo de negocio, la cultura empresarial y la creación de valor.