Gestionas una pequeña empresa y toca revisar tus finanzas. Abres el extracto bancario y al compararlo con tu sistema contable, los saldos no coinciden. Empiezan las preguntas:
- ¿Se ha duplicado un ingreso?
- ¿Falta registrar una comisión?
- ¿He contabilizado todos los pagos?
Aquí entra en juego la conciliación bancaria. Una de esas tareas rutinarias que, aunque a menudo se subestiman, marca la diferencia entre una contabilidad sana y un caos financiero.
No es solo verificar saldos: es una vía para detectar errores, asegurar la coherencia contable y decidir con información veraz. Lo mejor es que ya no tienes que hacerla a mano. Por ejemplo, la conciliación bancaria de Qonto te automatiza el proceso, ahorrando tiempo y problemas.
En este artículo te explicamos qué es la conciliación bancaria, cómo hacerla paso a paso, ejemplos reales, sus distintos tipos y cómo automatizarla para que tu gestión financiera sea más eficiente y fiable.