Gestionar empresas o pymes no es fácil. Menos aún en el caso de los autónomos, ya que aparte de la gestión del personal, también hay clientes que atender, políticas que seguir y productos y servicios que vender. Ahí entra la facturación, que tampoco es una tarea sencilla y mucho menos si es manual, ya que la cantidad de datos y de información a controlar puede ser inmensa.
Por todo ello, el formato electrónico es más atractivo gracias a los programas de facturación electrónica. Así, la facturación electrónica se ha convertido en una pieza de negocio esencial para pymes y autónomos que quieren optimizar la gestión de sus negocios. Además de agilizar procesos y reducir errores, facilita el cumplimiento de las normativas vigentes, como verás aquí.