Amortización acelerada para pymes: qué es y cómo beneficia a las empresas de reducida dimensión

Si tienes una empresa, negocio o sociedad, seguro que la conoces y si te vas a lanzar a ello, este artículo te interesa. Hablamos de la amortización acelerada para pymes, una herramienta esencial para autónomos, microempresas y pequeñas y medianas empresas (pymes) que quieren optimizar su carga fiscal y crecer. Con ella reduces el periodo de amortización de ciertos activos e inmovilizado. Por lo tanto, tus costes a corto plazo son menores y, al mismo tiempo, tienes más recursos para reinvertir. En este artículo vemos en detalle qué es la amortización acelerada, cómo funciona, los incentivos que ofrece y los requisitos para aplicarla.

Antes de nada, asentamos el concepto: la amortización acelerada *es una *ventaja fiscal que permite a las empresas y autónomos en España reducir rápidamente el valor de sus activos en el balance contable.

Según el artículo 101 de la Ley del Impuesto de Sociedades (LIS), este incentivo está pensado especialmente para empresas de reducida dimensión, es decir, para las pymes. A su vez, ofrece beneficios muy interesantes para toda clase de negocio o sociedad, ya que puedes diferir los impuestos a pagar y, así, mejorar la liquidez en las primeras etapas de inversión.

Entrando más en detalle en su importancia, la amortización acelerada te permite deducir fiscalmente una mayor cantidad en un periodo más corto. Por ende, optimizas al máximo el flujo de caja para invertirlo en otras áreas. Además, aporta ventajas para toda clase de empresas y sociedades.

Esta maniobra fiscal fomenta el crecimiento de negocios de menor tamaño, como las pymes. Y es que se trata de empresas que, normalmente, suelen tener menos recursos y más dificultades financieras para acometer grandes inversiones.

O sea, que además de mejorar la liquidez, este tipo de amortización ofrece ventajas como:

• Incentivos fiscales específicos para empresas de reducida dimensión.
• Mayor capacidad de inversión y crecimiento.
• Posibilidad de anticipar gastos fiscales en el tiempo.

Como su nombre indica, la amortización anticipada de pymes es para negocios pequeños o medianos. Así lo recoge el ya citado artículo 101 de la LIS, donde se establece que esta opción está destinada a las empresas de reducida dimensión. De todas formas, si tienes dudas sobre qué tipo de negocio tienes, te explicamos las diferencias entre pequeña y mediana empresa.

En ese sentido, para calificar como pyme de un tipo u otro a un negocio, hay ciertos criterios de dimensión y facturación. Así mismo, las sociedades tienen acceso a diversos incentivos fiscales.

Para beneficiarte al máximo de esos incentivos fiscales de la amortización acelerada, una empresa debe cumplir los requisitos para pymes según la normativa:

1. Volumen de facturación inferior a 10 millones de euros en el ejercicio anterior. Suele ser el criterio principal para definir la elegibilidad. No obstante, hay que tener en cuenta que:
   - Si una empresa pertenece a un grupo empresarial, el cálculo del volumen de negocio para los 10 millones de euros contabiliza el conjunto del grupo. Es decir, que se suman las cifras de todas las empresas dependientes del grupo.
2. Actividad económica continua. Es decir, que sea estable, operativa y no residual.
3. Cumplimiento sectorial. Se incluyen empresas de cualquier sector, aunque hay algunas actividades que pueden estar sujetas a periodos o normas adicionales.
   
   

Y, aunque resulte obvio, lo decimos: la empresa debe declarar su intención de acogerse al régimen fiscal especial de empresa de reducida dimensión en su declaración de impuestos. Un paso que se lleva a cabo presentando ciertos documentos y que quizás conlleve ajustes contables concretos.

Así mismo, la amortización acelerada es un incentivo fiscal que favorece la expansión de las pymes en España, regulada bajo el régimen fiscal especial de empresas de reducida dimensión y sus artículos. Este régimen permite aplicar coeficientes de amortización superiores a los habituales, lo que facilita recuperar parte del valor de las inversiones en un periodo de  tiempo menor.

Aparte, los principales beneficios fiscales para empresas que optan por esta modalidad son:

• Amortización acelerada o libre en el caso de algunos activos.
• Aplicación de un coeficiente de amortización superior al estándar.
• Beneficios en el Impuesto de Sociedades, ya que reduce la base imponible en los primeros años de inversión.

Por otro lado, es importante también conocer cuánto puedes ahorrar con estos incentivos y beneficios. Ya te avanzamos que el cálculo de la amortización acelerada dependerá de varios factores, como el tipo de activo o la actividad de la empresa. Pero, generalmente, para determinar la amortización acelerada, sigue estos pasos:

1. Identifica el activo que amortizas.
2. Aplica el coeficiente de amortización que corresponda al activo y a tu empresa.
3. Calcula el importe anual, aplicando el coeficiente al coste del activo.

Por ejemplo, una empresa que adquiere un equipo informático por importe de 5.000 euros aplicaría un coeficiente de amortización del 30 % (si cumple con los requisitos). Así podrá deducir un importe de 1.500 euros el primer año por ese inmovilizado. Al aplicar la deducción en ejercicios posteriores, el beneficio se reduce hasta completar el periodo o ciclo de vida útil del activo, lo cual maximiza la liquidez de la empresa en sus primeros años.

¿Sigues sin ver claro el beneficio con el ejemplo? Con esta tabla quizás lo entiendas mejor. Cambiemos el ejemplo y supongamos que la amortización es para un equipo de un importe de 10.000 euros en una pyme que aplica un coeficiente de amortización acelerada del 20 %:

Esta amortización reducida permite que la empresa recupere una mayor cantidad en los primeros años, aprovechando un ahorro fiscal que puede reinvertir en su crecimiento.

Ahora bien, ten presente que la amortización acelerada es aplicable principalmente en activos fijos. O lo que se conoce en contabilidad como inmovilizado material e inmaterial. Dentro de estos activos, los más comunes son:

• Maquinaria y equipo como ordenadores, servidores o maquinaria de producción.
• Inversiones en innovación y tecnología.
• Edificaciones y otras construcciones que sean patrimonio de la empresa.

De todas formas, tú y cualquier empresa podéis consultar el Plan General Contable para pymes para aseguraros de que cumplís los requisitos contables que figuran en cada artículo de la ley.

Ahora bien, aunque la amortización acelerada es una herramienta fiscal con múltiples beneficios, tampoco es la opción óptima en todos los casos. Por eso, piensa y evalúa estos aspectos antes de acogerte a ella:

• Empresas con pérdidas fiscales. Si tu negocio está teniendo pérdidas, no es una buena medida fiscal, ya que reduce la base imponible en el corto plazo y eso no conviene en ejercicios sin beneficios.
• Impacto en la valoración de activos. Acelerar la amortización reduce el valor contable de los activos y del inmovilizado de tu empresa, lo que podría afectar tu imagen financiera frente a inversores.
• Revisión del periodo fiscal. Asegúrate de que el periodo de amortización se ajuste a los planes de inversiones a largo plazo de tu empresa.

De todas formas, cualquier decisión de peso en la contabilidad o fiscalidad de un negocio, no debes tomarla a la ligera. Contar con ayuda especializada es ideal, además de necesario. Por eso, te animamos a explorar el catálogo de productos y servicios de Qonto, con herramientas adaptadas que te facilitan la gestión contable y financiera.

En conclusión, para una empresa de reducida dimensión según el régimen fiscal español y sus artículos legales (el LIS), la amortización acelerada representa una gran oportunidad para optimizar su carga fiscal. Sobre todo, es muy interesante si el negocio está creciendo.

Sin embargo, también hay que valorar otros factores como el periodo de vida útil de los activos y el impacto que tiene en la contabilidad de la empresa. Si necesitas más ayuda con los trámites, Qonto te ofrece soluciones para facilitar el control financiero de tu negocio y aprovechar al máximo las ayudas para pymes disponibles en España.

Y, al mismo tiempo, concluimos dejando las preguntas frecuentes que más nos suelen hacer a la hora de hablar y explicar este concepto financiero.

Los activos inmovilizados como maquinaria, inmuebles, equipos informáticos y ciertos bienes intangibles.

La amortización acelerada se regula en el artículo 101 de la Ley del Impuesto de Sociedades (LIS), que define los criterios para empresas de reducida dimensión.

Permite deducir una mayor cantidad en los primeros años, reduciendo la base imponible del impuesto y proporcionando más liquidez a corto plazo.

Sí, dado que el valor de los activos, o del inmovilizado concretamente, se reducirá más rápidamente en la contabilidad. Esto podría tener un impacto en la percepción de valor de la empresa.