Antes de lanzarte a la creación de un plan financiero, es importante que te tomes el tiempo necesario para establecer los objetivos de este documento en el caso de tu negocio en concreto. Por lo general, estos propósitos suelen ser cuatro:
- Encontrar el punto de equilibrio del proyecto.
- Planificar los reajustes necesarios para corregir cualquier tipo de riesgo.
- Recopilar datos para la solicitud de financiación externa.
- Vigilar el equilibrio financiero en el largo plazo.
Una vez estos objetivos estén sobre el papel, será el momento para que te pongas manos a la obra con tu plan de financiamiento. A continuación tienes ocho pasos que asegurarán que tu documento sea lo más eficaz posible:
1. Define tus objetivos financieros de una forma lo más clara y específica posible. ¿Quieres financiar el proyecto de una nueva empresa? ¿Cubrir los gastos operativos de tu negocio? ¿Expandirte? ¿Pagar tus deudas? Déjalo por escrito.
2. Localiza tus necesidades financieras. Realiza un análisis pormenorizado de las necesidades que van asociadas a los objetivos del punto anterior. Además de establecer una cantidad monetaria final, es recomendable desglosar ese monto en una lista de gastos específicos.
3. Busca fuentes de financiamiento. No cierres puertas y sopesa todas las posibilidades, desde préstamos bancarios hasta inversores, subvenciones, créditos, crowdfunding, ahorros o préstamos de conocidos y familiares. Analiza las ventajas y desventajas de cada una de tus opciones.
4. Elabora un presupuesto. Es el momento de juntar ingresos, gastos y previsiones económicas en un presupuesto que te ayude a determinar cuánto dinero va a necesitar tu empresa y cómo vas a utilizarlo de la forma más eficaz posible. No te olvides de pagos cruciales como pueden ser los préstamos, los intereses y otros gastos relativos al financiamiento.
5. Prepara los documentos financieros necesarios. Plan de negocio, estados financieros, declaraciones de impuestos, informes de crédito, proyecciones financieras… Debes reunir todos los documentos financieros con los que respaldar tu solicitud de financiación. Asegúrate, además, de que están debidamente actualizados y listos para ser presentados.
6. Establece un plan de pago. Llegados a este punto, es necesario que realices una minuciosa planificación de cómo planeas reembolsar la financiación obtenida. Para ello, debes controlar por completo los plazos, cuotas, intereses y demás condiciones relativas a la inversión recibida.
7. Cursa la solicitud de financiamiento a las instituciones financieras, inversores o entidades que creas que pueden estar interesadas en tu proyecto. No te olvides de adjuntar toda la documentación recopilada y, sobre todo, resaltar los puntos más seductores de tu plan de financiación.
8. Haz un seguimiento de la solicitud y, si es necesario, realiza todos los ajustes que sean pertinentes para que esta llegue a buen puerto.
¿Te parece un proceso complejo? Siempre estás a tiempo de recurrir a un buen asesoramiento profesional para asegurarte de que tus decisiones son las más acertadas.