NIF
En España, el Número de Identificación Fiscal es algo tan común que lo damos totalmente por supuesto. Al fin y al cabo, es algo que tienes desde que naces y solo debes ocuparte de ir renovándolo cuando toca. Pero resulta que, a la hora de la verdad, el NIF es más complejo de lo que parece, tanto para personas físicas como para personas jurídicas.
El NIF o Número de Identificación Fiscal es un código alfanumérico único que sirve para identificar fiscalmente a cualquier persona que resida o trabaje dentro del territorio español. Es un código obligatorio para todas las personas físicas residentes en España y, desde el pasado 2008, también para las personas jurídicas.
Este código está avalado por el Estado y es obligatorio que esté ligado a un domicilio fiscal. Al fin y al cabo, los dígitos del Número de Identificación Fiscal certifican la seguridad legal de toda operación tributaria al permitir el rastreo y la comprobación de autenticidad de las personas físicas o jurídicas involucradas en cualquier negocio.
¿Es lo mismo NIF y DNI?
En el caso de las personas físicas, y a efectos prácticos, el NIF y el DNI (Documento Nacional de Identidad) son exactamente el mismo: un código alfanumérico formado por siete números y un dígito de control. Pero, aunque el código coincida, es necesario entender que ambos sirven propósitos distintos.
Al fin y al cabo, y tal y como ya se ha aclarado más arriba, el NIF sirve para identificar a una persona dentro del sistema fiscal y tributario. El DNI, por su parte, es el código que sirve para acreditar la identidad del poseedor ante cualquier autoridad que los solicite. En resumidas cuentas: el código es el mismo, pero su uso es diferente.
¿Cómo saber cuál es tu NIF?
La forma más fácil de conocer tu NIF es, básicamente, recurrir a tu código del DNI. Pero también es cierto que existen casos de personas físicas españolas que no tiene Documento Nacional de identidad, y que por lo tanto lo tienen más difícil a la hora de acceder a este código.
Estos casos se dividen en dos grupos:
- Personas con nacionalidad española (NIF). Existen dos casos en los que una persona puede estar exenta de tener DNI y, por lo tanto, puede formalizar los modelos pertinentes para pedir a la Agencia Tributaria que le asigne un NIF: que sea residente en el extranjero (en ese caso, el NIF comenzará con la L) o que sea menor de 14 años (el código comenzará con la K).
- Personas sin nacionalidad española (NIE). Los extranjeros residentes en España pueden solicitar un código para operar tributariamente. Se trata del NIE (Número de Identidad de Extranjero). Los dígitos del NIE siempre van precedidos por la letra M.
El NIF para personas jurídicas
Antes de profundizar en el NIF para personas jurídicas, es necesario aclarar que un autónomo puede operar fiscalmente a la perfección con el código de su DNI. Es decir, que este tipo de profesionales pueden seguir operando como persona física sin necesidad de rellenar modelos burocráticos para solicitar un código que le acredite como persona jurídica.
En el caso de las empresas, sí que es necesario que tengan in NIF de persona jurídica, que es un código formado por una letra (que depende de su naturaleza fiscal), siete números y un dígito de control. Estos últimos dígitos pueden ser un número o una letra, otra vez dependiendo de la naturaleza fiscal de la persona jurídica.
La primera letra del NIF de una persona jurídica puede ser.
- A para una Sociedad Anónima.
- B para una Sociedad de Responsabilidad Limitada.
- C para una Sociedad Colectiva.
- D para una Comunidad de Bienes y Herencias Adyacentes.
- F para una Sociedad Cooperativa.
- G para una Asociación.
- H para una Comunidad de Propietarios en régimen de propiedad horizontal.
- J para una Sociedad Civil con o sin personalidad jurídica.
- N para entidades y empresas extranjeras.
- P para una Corporación Local.
- Q para un Organismo Público.
- S para los órganos de administración del Estado y de las Comunidades Autónomas.
- U para Uniones Temporales de Empresas.
- V para personas jurídicas a las que no les corresponden las letras anteriores en su NIF.
- W para establecimientos pendientes de entidades no residentes en territorio español.
¿Cómo solicitarlo?
Para solicitar el NIF de una persona jurídica, lo primero que hay que hacer es acudir a la Agencia Tributaria dentro del mes siguiente a la fecha de constitución de la empresa pertinente. Este trámite puede llevarse a cabo presencialmente (en cualquier oficina de la Agencia Tributaria) o de forma telemática (para lo que hará falta un certificado electrónico o una Cl@ve PIN).
El siguiente paso será rellenar y presentar el modelo 036, para lo que es obligatorio proporcionar el nombre de la persona jurídica y el NIF provisional (en el caso de que se tenga). En este modelo hay que rellenar las casillas relativas a la identificación de representantes legales de la compañía, que deberán firmar en la primera página junto a la fecha y lugar.
Una vez relleno el modelo 036, deberá presentarse en cualquier oficina de la Agencia Tributaria adjuntando la siguiente documentación:
- Fotocopia del DNI o del NIF del representante.
- Escritura de Constitución de la Sociedad (original y copia).
- Certificado de inscripción en el Registro Mercantil, para lo que es necesario rellenar los modelos pertinentes.
¿Cuándo se usa el NIF de personas jurídicas?
El NIF es imprescindible para la identificación y verificación de una persona jurídica en el marco tributario y fiscal. Es por eso por lo que el uso principal que las empresas y profesionales dan a este código es, fundamentalmente, su inclusión en las facturas y documentos fiscales.
También existen otros usos para el NIF de personas jurídicas:
- Escritura o documentación para la constitución, transmisión o extinción de derechos reales sobre bienes inmuebles.
- Operación con entidades de crédito efectuadas en establecimientos de aquellas entidades que tengan domicilio fiscal en territorio español.
- Operación de seguros y financieras.
- Aportación a planes de pensiones.
¿Es lo mismo NIF y CIF?
Puede que, a estas alturas de artículo, te estés preguntando si NIF y CIF son exactamente lo mismo y si contienen los mismos dígitos. Al fin y al cabo, por todos es sabido que, tradicionalmente, el CIF ha sido el código de identificación de las personas jurídicas y los profesionales en nuestro país.
Pero resulta que, desde el año 2008, la Agencia Tributaria decidió eliminar por completo el uso del Código de Identificación Fiscal (CIF) e instaurar el NIF también para las personas jurídicas. Este cambio se hizo efectivo con la entrada en vigor del Real Decreto 1065/2007 del 27 de julio, que marcó el fin del CIF y la extensión del NIF al ámbito empresarial.
El NIF intracomunitario
Una vez vistos los casos separados del NIF para personas físicas y el NIF para personas jurídicas, es necesario destacar también la existencia del NIF intracomunitario. Este código único es el número de identificación que una persona, empresa, autónomo o entidad puede solicitar al Registro de Operadores Intracomunitarios (también conocido como Censo VIES).
Este NIF intracomunitario es imprescindible a la hora de operar fiscalmente dentro de las fronteras de la Comunidad Económica Europea. E incluso brinda ciertas ventajas tributarias en lo que concierne a los sistemas especiales de IVA con tal de beneficiar a aquellos que operan a nivel europeo.
¿Es lo mismo NIF y VAT?
Puede que NIF y DNI sean el mismo código, pero no puede decirse lo mismo de NIF y VAT. Al fin y al cabo, el VAT es un código alfanumérico compuesto en el que se suman los dígitos del NIF de la persona (física o jurídica) y las siglas del país desde el que tributa.
Esto simplifica mucho la obtención del VAT. Por ejemplo, si el NIF de tu empresa es el A92583755 y operas desde España, tu VAT será el ESA92583755. Pero, ojo, que no podrás usarlo a no ser que lo hayas solicitado oficialmente ante el Registro de Operadores Intracomunitarios.