Organizar un viaje de negocios no es una tarea que se pueda improvisar en el último momento. De hecho, este trabajo requiere quew la persona al cargo (sea del departamento que sea) defina un proceso específico que se repita de forma metódica cada vez que hay que preparar un viaje.
Ahora bien, por mucho que cada compañía tenga su porpio método, la mayoría suele incluir tres pasos principales.
1. Planificación. El primer paso siempre pasa por una planificación básica que responda a tres preguntas fundamentales:
- ¿Cuánto va a durar el viaje? Es necesario tener en cuenta no solo la duración de la visita (en horas laborales), sino también las duraciones de los trayectos de ida y vuelta.
- ¿Cuál es el motivo del viaje? En este caso, siempre cabe preguntar también: ¿el viaje ofrece una buena oportunidad para conocer a otros socios comerciales (clientes, proveedores, etc.)?
- ¿Cuál es el mejor medio de transporte para facilitar la movilidad del empleado? Es recomendable comparar diferentes medios de transporte y la relación entre la duración del trayecto y su precio (ya que, a veces, un trayecto más corto sale más a cuento aunque sea más caro).
Hay que tener en cuenta, además, que los viajes de negocios al extranjero requieren una planificación mucho más precisa debido a su complejidad. Puede darse el caso de que sea necesario reservar diferentes vuelos y alojamientos si el viaje tiene diferentes escalas.
2. Reserva. Una vez planificado el viaje, es el momento de pasar a la acción y realizar todas las reservas pertinentes, tanto de medios de transporte como de alojamiento y, si es necesario, de restaurantes o cualquier otro tipo de gasto que pueda hacerse por adelantado (como, por ejemplo, comprar las entradas a una feria profesional si ese es el motivo del viaje).
A la hora de hacer las reservas corporativas, existen tres opciones:
- Las empresas cuyos empleados son viajeros frecuentes suelen tener un servicio interno específico, ya sea su propio departamento de viajes o un Travel Manager específico. En este caso, es la empresa la que se encarga de realizar cada reserva en base a la información comunicada por el empleado (ruta, duración del viaje, etc.), respetando la política de viajes de la compañía.
- La empresa también puede utilizar una agencia de viajes especializada para que se ocupe de la planificación y reserva de viajes de negocios, delegando así la organización y gestión de los viajes de negocios.
- Una última opción es el Self-Booking. Esta solución es la preferida principalmente por pymes y microempresas. En este caso, son los mismos empleados los que reservan su propio medio de transporte y alojamiento. Para ello, pueden utilizar una herramienta específica de la compañía o una plataforma de reservas online.
3. Seguimiento de gastos. El seguimiento de los gastos de un viaje de negocios es fundamental para la gestión financiera de un negocio. De esta forma, la empresa puede asegurarse de que sus empleados cumplen con la política de viajes de la empresa y, a su vez, evaluar el presupuesto utilizado para cada viaje de negocios.
Esta labor de seguimiento también es fundamental para conocer el retorno de la inversión de los viajes realizados por cada equipo. El responsable de este proceso debe preguntarse:
- ¿Qué facturación generó cada viaje de negocios?
- ¿Cuál fue su costo?
De esta forma, puede optimizar su proceso de planificación y reserva para poder juzgar mejor el interés de cada viaje en el futuro.