1. Disfrutarás de mayor seguridad y privacidad
Uno de los grandes miedos de los usuarios menos informados es la posibilidad de ser víctimas de un ciberdelito. Y este es un miedo que, en última instancia, incluso puede disuadir a la hora de realizar compras por internet. Afortunadamente, los productos financieros virtuales han contribuido a reforzar la confianza de los compradores
¿Cómo lo han logrado? Algunos de estos instrumentos, por ejemplo, apuestan por ofrecer un crédito limitado, lo que reduce al mínimo el riesgo de que seas víctima de fraude, atentado contra tu privacidad o difusión de tu información personal.
Si quieres brindar todavía más seguridad a tus transacciones y datos en la red, puedes generar una tarjeta virtual única cada que vayas a comprar. Como esta podrá eliminarse una vez que hayas completado la operación, no tendrás que preocuparte de que un tercero pueda hacer un mal uso de la misma. En Qonto, por ejemplo, esta es la opción que ofrecemos con nuestras tarjetas virtuales y nuestras tarjetas Instant.
Al igual que ocurre en las operaciones realizadas con las tarjetas físicas, las tarjetas virtuales ofrecen la posibilidad de consultar todos los movimientos realizados desde la aplicación de la entidad emisora. Y también facilitan el bloqueo de la tarjeta en caso de detectar actividad inusual.
2. Te sentirás más tranquilo
¿Por qué suele considerarse que una tarjeta virtual reduce el estrés que generan las tarjetas físicas? Básicamente, cuando utilizas una tarjeta de crédito o de débito para pagar en un restaurante, hotel, tienda o cualquier otro establecimiento comercial, existen ciertas desventajas. Nos estamos refiriendo a riesgos como que se registren los datos de tu tarjeta y acabar siendo víctima de un cargo fraudulento, o de que se te cobre de manera inadvertida un servicio que ni necesitas ni has solicitado.
Para evitar este tipo de situaciones, es necesario verificar siempre todos los movimientos que realices. Al fin y al cabo, aunque puedes interponer una reclamación por un cargo no reconocido, acabarás enfrentándote a un proceso que lleva su tiempo y que puede no servir de nada.
Las tarjetas virtuales son uno de los medios más seguros a la hora de adquirir productos y pagar servicios a través de internet o en tiendas físicas. No suele hablarse de las ventajas de este tipo de transacciones, pero hay que reconocer que las compras en línea pueden darte una certeza que no se consigue con la compra presencial: en todo momento sabes exactamente cuánto vas a pagar y puedes analizar al detalle la información de tu compra antes de proceder a su confirmación.
Un ejemplo cada vez más común de estas ventajas serían los sitios web de los supermercados y de los restaurantes con entrega a domicilio, que permiten hacer pedidos por internet.
3. Contraerás menos obligaciones
Otra de las desventajas de la tarjeta física es la cuota anual que se suele cobrar por su uso. Existen algunas entidades bancarias que ofrecen la posibilidad de evitar estos cargos, pero en estos casos siempre conviene repasar toda la información y mirar la letra pequeña. Al fin y al cabo, lo más habitual es que la entidad te pida asumir ciertos compromisos, ya sea domiciliar servicios, adquirir un seguro o mantener un saldo mínimo en la cuenta.
Por el contrario, es mucho más común encontrar tarjetas virtuales u online que ofrezcan de forma totalmente gratis la contratación, el mantenimiento y la renovación, además de operar libre de costes de recarga. Y, aunque es verdad que algunas entidades emisoras ponen condiciones para mantener este servicio gratuito, también es necesario saber que estas condiciones suelen ser más fáciles de cumplir. En el caso de Qonto, por ejemplo, al pagar una suscripción (mensual o anual) sabrás exactamente los servicios que incluye tu cuenta, sin tener que pensar en requisitos, comisiones ocultas ni sorpresas en la factura.
Los servicios financieros online son una opción óptima si necesitas una tarjeta virtual. Además de los beneficios ya mencionados, crear una cuenta en este tipo de entidades es fácil y rápido, tan solo introduciendo los datos básicos en su formulario de apertura. Puedes hacerlo todo desde la web.
4. Es un método ideal para empresas
Por último, es necesario destacar que cada vez más empresarios están recurriendo a alternativas virtuales para que sus trabajadores puedan realizar compras específicas online. ¿Por qué? Porque así evitan la complejidad que supone abrir una cuenta de negocios con varios titulares y solicitar la emisión de varias tarjetas físicas en un banco tradicional.
La posibilidad de asignar a cada tarjeta virtual un saldo o límite específico y una fecha de caducidad tiene un beneficio directo: te permite limitar los gastos de los trabajadores de tu negocio. Y, además, las herramientas de administración de muchas aplicaciones de banca digital te permiten controlar en tiempo real la forma en la que se utilizan los fondos de la empresa.