Acreedor

La obligación que vincula a acreedor y deudor puede surgir de diversas situaciones como un préstamo otorgado, servicios prestados o bienes entregados que aún no han sido pagados.

En términos técnicos, el acreedor tiene una posición crediticia frente a su deudor que ha de ser registrada en los libros contables como una cuenta a cobrar. Esto significa que, en el balance general de una empresa, los acreedores aparecen en el lado del pasivo, representando las deudas y obligaciones que la empresa tiene pendiente de pagar.

Además, es importante puntualizar que los acreedores pueden clasificarse según la naturaleza de la deuda. Por ejemplo, los acreedores comerciales son aquellos a los que se les debe por transacciones de compra de bienes y servicios, mientras que los acreedores financieros son entidades a las que se les debe por préstamos o créditos recibidos.

Imagina el caso del dueño de una pequeña empresa que fabrica muebles. Para producir sus productos, necesitas materias primas como madera y herrajes, que compra a diversos proveedores. El empresario realiza un pedido grande a un proveedor de maderas y acuerda pagarlo 30 días después de recibir los materiales. En este caso, el proveedor de maderas sería el acreedor hasta que se realice el pago.

Este ejemplo ilustra claramente la relación entre acreedor y deudor. El proveedor (acreedor) tiene el derecho de exigir el pago de la deuda pendiente en el plazo acordado, mientras que el dueño de la empresa (deudor) tiene la obligación de cumplir con ese pago para mantener una relación comercial saludable y evitar posibles complicaciones legales o financieras.

En el entorno financiero y legal, los acreedores tienen tanto derechos como obligaciones. Comprender estas responsabilidades y privilegios es de vital importancia a la hora de mantener una relación equitativa y funcional entre ambas partes.

Entre los derechos de los acreedores, hay que tener en cuenta:

1. Exigir el pago. Los acreedores tienen derecho a reclamar el pago de las deudas en el plazo y condiciones acordadas.
2. Cobrar intereses. Si está estipulado en el contrato, pueden cobrar intereses sobre las deudas pendientes.
3. Garantías y seguridades. Pueden solicitar garantías o seguridades para asegurar el cumplimiento de la obligación.
4. Iniciar acciones legales. Si el deudor no cumple con sus obligaciones, el acreedor puede iniciar acciones legales para reclamar el pago.

Por su parte, también hay que tener en cuenta las siguientes obligaciones del acreedor:

1. Respetar los términos del contrato. Los acreedores deben adherirse a los términos y condiciones establecidos en el contrato original.
2. Actuar de buena fe. También deben manejar cualquier interacción con el deudor con honestidad y buena fe.
3. Notificar cambios. Si hay cambios relevantes que afecten los términos del acuerdo, deben comunicarlo adecuadamente al deudor.
4. Evitar prácticas abusivas. Están obligados a evitar prácticas consideradas abusivas o coercitivas en el cobro de deudas.

Es probable que, llegados a este punto en nuestra exploración del concepto de acreedor, sigas preguntándote cuál es la diferencia con otro concepto similar: el deudor. La tabla a continuación despejará todas tus dudas:

Sin embargo, si lo que te estás preguntando es la más bien cuál es la diferencia entre acreedor y proveedor, la siguiente tabla te será de ayuda para aclarar los conceptos:

Dependiendo del criterio que utilicemos, podemos agrupar los tipos de acreedores en tres grandes categorías.

El tipo de garantía que respalde el crédito otorgado por el acreedor, puede hablarse de:

• Acreedor personal, en el caso de que la deuda no esté documentada de forma oficial. Es el caso de préstamos entre colegas y familiares.
  
  
• Acreedor real, cuya deuda está documentada en un contrato que recoge los términos del intercambio además de las obligaciones y derechos de ambas partes.
  
  
• Acreedor pignoraticio o prendario, que exige la entrega de un bien que actúe como garantía de la devolución del préstamo.

La prioridad en el cobro de deudas también define otro tipo de clasificación:

• Acreedor privilegiado, que tiene prioridad legal para cobrar sus créditos antes que otros acreedores. Esto incluye, por ejemplo, deudas con la administración pública como impuestos o Seguridad Social.
  
  
• Acreedor ordinario o simple, que cobra después de que se haya satisfecho la deuda de los acreedores preferentes. Su riesgo es moderado, pero debe esperar y exigir que se respeten sus prioridades legales.
  
  
• Acreedor subordinado, que cobra después de los privilegiados y ordinarios. Es el caso de las deudas notificadas fuera de plazo, los interesas o las multas.

Dependiendo de la naturaleza del vínculo que origina la deuda, encontramos:

• Acreedor comercial, que ha vendido bienes o prestado servicios a la empresa bajo condiciones de pago diferido.
  
  
• Acreedor financiero, que suelen ser las instituciones que otorgan préstamos o líneas de crédito como, por ejemplo, los bancos o las entidades de crédito especializadas.