Hiperinflación
Los precios están subiendo y la preocupación entre los ciudadanos es cada vez mayor. Solo hace falta seguir las noticias para toparse continuamente con el término «hiperinflación»… Pero ¿en qué consiste exactamente este fenómeno? ¿Cuáles son sus causas y sus consecuencias tanto para la sociedad como para la economía?
Para entender el significado del término hiperinflación («hyperinflation» en inglés) con la mayor precisión, primero es necesario entender qué significa realmente la inflación. De forma resumida, puede decirse que la inflación es el aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios en una economía y en un período de tiempo concretos. Este aumento de los precios se traduce en una erosión y disminución del poder adquisitivo de los habitantes de esa economía.
Dicho de otra forma: la inflación es cuando, con el mismo dinero, eres capaz de comprar menos bienes y servicios. Recurriendo a un ejemplo cercano, es posible determinar que el dinero pierde valor cuando con 5 € puedes comprar menos que antes de la inflación.
La hiperinflación, por su parte, es una forma extrema de inflación con un aumento de precios muy alto debido a la pérdida de valor de la moneda en un espacio de período muy corto. En este caso, los precios de bienes y servicios aumentan de forma exponencial y acelerada en un espacio de tiempo reducido (estamos hablando de semanas e incluso días).
Durante una época de hiperinflación, los precios pueden duplicarse o aumentar incluso más todavía en cuestión de horas, lo que se traduce en una devaluación profunda del valor de la moneda local. Esto significa que, incluso si se produce tan solo durante un espacio breve de tiempo, la hiperinflación puede implicar un enorme cambio en la economía de un país.
¿Cuáles son las causas de la hiperinflación?
Hay que dejar claro que la hiperinflación es un fenómeno económico extremo y destructivo, pero también complejo y poco común, ya que suele implicar la simultaneidad en el tiempo de múltiples causas interrelacionadas.
Algunas de estas causas de la hiperinflación pueden ser:
- Crecimiento desmedido de la oferta de dinero. Los precios pueden crecer de forma vertiginosa si un banco central produce grandes cantidades de dinero de manera descontrolada e ignora la demanda real de bienes y servicios.
- Déficit fiscal descontrolado. La cantidad de dinero circulante puede impulsar la inflación en el caso de que un gobierno emita nueva moneda para paliar el déficit causado por una situación en la que ha gastado más dinero del que ha recaudado con impuestos.
- Colapso de la confianza en la moneda. Si los ciudadanos y los agentes económicos pierden la confianza en la estabilidad de la moneda, lo más normal será que intenten deshacerse de ella lo más rápido posible. Esto se traduce en un aumento de lo demanda de bienes y servicios y, en consecuencia, también en un aumento de los precios.
- Escasez de bienes y servicios. Un pico en la demanda ocasionado por problemas en cualquier tramo de la cadena de producción (manufacturación, distribución o suministro) puede ir acompañado de otro pico de aumento de los precios.
- Insostenibilidad de la deuda. Si un país acumula una deuda insostenible, puede verse tentado a financiarla emitiendo moneda, lo que aumenta la oferta de dinero y puede provocar hiperinflación.
- Inestabilidad social y política. El suministro de bienes puede verse afectado por disturbios sociales y políticos, lo que se traduce en una inflación de los precios.
- Políticas económicas erráticas. La inflación puede verse estimulada por las decisiones económicas inconsistentes, incoherentes o improvisadas por parte del gobierno de un país.
- Eventos externos. La hiperinflación no siempre se explica en eventos que ocurren dentro de un país, sino que a veces vienen provocada por eventos externos sobre los que ese país no tiene ningún tipo de control. Esto puede ir de eventos moderados como la caída del precio de las exportaciones a circunstancias más graves como una guerra o una crisis económica global.
¿Cuáles son los efectos y consecuencias de la hiperinflación?
Tal y como se ha podido comprobar en la historia reciente de nuestro país, la hiperinflación tiene perniciosas consecuencias tanto para la economía de un país como para su sociedad. Algunas de sus principales consecuencias son:
- Pérdida de poder adquisitivo. Cuando los precios de bienes y servicios se disparan rápidamente pero las personas siguen teniendo el mismo sueldo, su poder adquisitivo se reduce drásticamente. Estas personas necesitan gastar más dinero para comprar los mismos productos y/o para contratar los mismos servicios, y esto se traduce en una devaluación de su calidad de vida.
- Incertidumbre económica y social. En un pico de hiperinflación, es habitual que medre un clima de incertidumbre económica. Tanto las personas como las empresas se ven en dificultades para planificar su futuro económico por culpa de los precios imprevisibles y de las condiciones económicas cambiantes, y esto suele traducirse en una paralización tanto de la inversión como del consumo.
- Debilidad financiera. Una situación de hiperinflación hace difícil planificar y tomar decisiones, lo que significa que tanto las personas como las empresas se ven incapaces de ahorrar para realizar nuevas inversiones. Esta falta de inversión debilita el sistema financiero.
- Trabas para el comercio. Cuando los precios fluctúan velozmente y los contratos a largo plazo se vuelven inciertos, es normal que la hiperinflación dificulte el comercio tanto a nivel nacional como internacional.
- Aumento del desempleo. Si las empresas se ven afectadas por la hiperinflación, pueden reaccionar reduciendo su planificación o su inversión en el mejor de los casos; y, en el peor de los casos, pueden verse abocadas a la quiebra. Esta situación suele desembocar en pérdidas de empleo y aumento del desempleo.
- Brecha económica. La hiperinflación puede afectar de manera desproporcionada a diferentes grupos socioeconómicos. Aquellos que no tienen activos financieros para protegerse de la inflación, como los ahorradores, jubilados y personas con ingresos fijos, pueden sufrir más.
- Colapso de la confianza en la moneda. La confianza en la moneda local es de vital importancia para que una economía funcione de forma fluida. Si esta confianza se deteriora, sin embargo, los agentes económicos pueden apostar por moneda extranjera o activos más estables, lo que debilita todavía más la economía local.
- Descontento político y social. La hiperinflación puede estimular protestas, conflictos y un clima general de agitación social que no solo devalúa la calidad de vida de los habitantes, sino que estimula su pérdida de confianza en la autoridad gubernamental.
- Daño económico persistente. Los efectos de la hiperinflación pueden persistir incluso mucho tiempo después de que la situación haya remitido.
En conclusión, está claro que los efectos de la hiperinflación no solo son devastadores para la economía, sino también para todos los ciudadanos. Sin embargo, también hay que tener en cuenta que los deudores pueden beneficiarse de la hiperinflación, ya que el valor real de las cuentas por cobrar también se reduce.
Ejemplos de países con hiperinflación en la historia
La historia reciente está plagada de ejemplos de hiperinflación. A continuación tienes algunos de los más célebres.
Hiperinflación en Hungría
Hungría, por ejemplo, experimentó la que se considera la hiperinflación más larga del mundo, con una duración total de un año. Poco después de la Segunda Guerra Mundial, la economía del país se paralizó, los alimentos empezaron a escasear y la infraestructura quedó destruida.
Debido a la enorme crisis que vivía el país, los bancos decidieron imprimir más dinero. Como resultado, los precios de los bienes y servicios no vieron un crecimiento durante semanas o meses, sino hora a hora. En tan solo quince horas, los precios se duplicaron. Con una tasa de inflación mensual de 4,19 billones por cien, Hungría tuvo que enfrentarse a la hiperinflación más grande a la que jamás haya tenido que hacer frente un país.
Hiperinflación en Venezuela
Otro ejemplo célebre de hiperinflación es el caso de Venezuela, donde convergen todo un conjunto de factores políticos, económicos y sociales. Es una situación económica que arrancó en 2010 y que tuvo continuidad hasta 2021, aunque sus consecuencias siguen haciéndose notar.
En lo que respecta a la política, la erosión de las instituciones democráticas, la concentración de poder en el ejecutivo, la falta de transparencia y la polarización hizo imposible que el gobierno de Venezuela pudiera adoptar políticas económicas efectivas. Económicamente, el desequilibrio fiscal y la emisión excesiva de moneda se vieron estimulados por la dependencia desmesurada de los ingresos petroleros, la mala gestión de la industria petrolera, la expansión extrema del gasto público sin respaldo y la falta de diversificación económica.
Socialmente, la base productiva se vio debilitada por la fuga de talento calificado, la disminución de la producción interna, la escasez de inversión y la erosión de la infraestructura. Esto se tradujo en escasez y dependencia de la importación, mientras de forma paralela crecía la pobreza y la tensión sociopolítica llegaba a máximos por culpa de la migración masiva. En conclusión, la tasa de hiperinflación subió a máximos históricos.
Hiperinflación en Alemania
En Alemania, la hiperinflación fue una consecuencia tardía de la Primera Guerra Mundial. La joven República de Weimar estaba muy endeudada y la economía estaba hecha jirones. Al fin y al cabo, una guerra hace imprescindible una enorme cantidad de capital para los recursos necesarios, que van desde armas hasta alimentos para los soldados.
Evidentemente, Alemania tuvo que endeudarse para pagar los cuatro años completos de guerra. Se imprimió más dinero para pagar la deuda de la posguerra, lo que desencadenó en una situación de hiperinflación. El dinero estaba en circulación, pero no había un equivalente material en el que la gente pudiera invertir.
Los precios aumentaron de forma constante y los salarios también aumentaron. Sin embargo, debido a la alta hiperinflación, los ciudadanos se vieron obligados a gastar sus salarios de forma inmediata, ya que ya no valían nada después de unas pocas horas. A principios de junio de 1923, por ejemplo, un kilo de patatas valía 5.000 marcos; pero unos meses después, a mediados de diciembre, el kilo de patatas valía 90 millones de marcos.
La gente iba de compras con carretillas llenas de dinero. Imágenes que siguen dando la vuelta al mundo hasta el día de hoy y que muestran el alcance de la hiperinflación cuando el banco central imprime dinero continuamente y, por lo tanto, devalúa su propia moneda.
¿Cómo se puede detener la hiperinflación?
Hay algo que es innegable: la hiperinflación es incontrolable. Cuando los precios siguen subiendo, solo una reforma monetaria fundamental puede detener en seco la hiperinflación. Esta reforma constaría de dos pasos: abolición de la antigua moneda (en la que cada ciudadano recibirá la misma cantidad de la nueva moneda) y permitir que los ciudadanos canjeen el dinero que todavía está disponible por la nueva moneda a un tipo de cambio alto.
Pero esto es, básicamente, una medida revolucionaria y utópica que ningún país está dispuesto a asumir. Así que es mucho más realista que recurran a las siguientes medidas para mitigar y revertir la hiperinflación:
- Restablecer la confianza en la moneda con posibles medidas como una batería de políticas fiscales responsables y transparentes o la adopción de políticas monetarias consistentes y creíbles.
- Reducir la emisión excesiva de dinero. El banco central de un país con hiperinflación debe implementar políticas económicas que limiten la expansión monetaria descontrolada.
- Implantar un política fiscal responsable. Controlar el gasto público y equilibrar ingresos y gastos deben ser los objetivos de una política fiscal responsable. Esto puede pasar por medidas como la reducción de subsidios excesivos, la reformulación de programas sociales o la eliminación de las partes menos eficientes del presupuesto nacional.
- Reestructurar la deuda. En el caso de que la deuda sea insostenible, siempre puede optarse por reestructurarla para aliviar la carga financiera.
- Fomentar la producción interna de bienes y servicios para evitar depender en exceso de las importaciones y también para paliar la escasez. Este fomento puede estimularse con incentivos a la inversión privada y la creación de empleo.
- Diversificación económica. Depender de un único recurso económico (por ejemplo, el petróleo) es una de las mayores causas de inflación y, por lo tanto, reducir esta dependencia diversificando la economía es un buen recurso para mitigarla.
- Reformas estructurales. Un sistema económico puede mejorar su eficiencia reformando y mejorando el sistema financiero, empresarial y laboral, además de aumentando la inversión en infraestructuras.
- Cooperación internacional. Organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) proporcionan asistencia técnica y financiera a todo aquel país que quiera implementar reformas económica.
¿Cómo pueden los empresarios lidiar con la hiperinflación?
Desde una ligera inflación hasta una hiperinflación suponen un gran desafío para los empresarios. Al final y cabo, esta situación implica una caída en la demanda de bienes y servicios y un aumento de sus costes, y esto puede convertirse en una verdadera pesadilla para el sistema empresarial.
A continuación tienes una lista de posibles medidas que los empresarios pueden adoptar para mitigar los efectos negativos de una época de hiperinflación:
- Ajustar precios y costes.
- Diversificar productos y servicios.
- Revisar contratos y acuerdos empresariales.
- Optimizar la cadena de suministros.
- Implementar estrategias de gestión de inventario.
- Renegociar con proveedores y clientes.
- Buscar nuevas fuentes de financiación más estables.
- Optimizar el flujo de efectivo.
- Apostar por la innovación.
Hiperinflación: una perspectiva
Actualmente, no parece que la hiperinflación vaya a ser inminente en España. Pero es innegable que los aumentos de precios en 2022 causaron inquietud y preocupación. La historia ha demostrado que el endeudamiento de un estado por encima de sus posibilidades y la sobreimpresión de dinero impreso pueden causar hiperinflación.
Especialmente en tiempos de crisis, por lo tanto, es importante actuar con previsión, estar atento a la situación económica actual e invertir de forma inteligente. La inflación es un desafío enorme para los empresarios. Después de todo, cuando aumentan los costes de los bienes y servicios resulta más difícil obtener beneficio.