Estanflación
En los últimos años, términos como estanflación o inflación se han convertido en una preocupación que va más allá de los círculos económicos y financieros. Al fin y al cabo, ambos conceptos acaban afectando al día a día de toda la población. Pero, por mucho que la inflación es mayormente conocida por el común de los mortales, la estanflación puede resultar más desconocida por la mayoría.
La estanflación es un fenómeno económico caracterizado por la simultaneidad de alta inflación, estancamiento del crecimiento económico y aumento del desempleo.
En el marco de la economía, la estanflación es una situación compleja y poco común en la que la inflación aumenta a niveles inusuales mientras que el crecimiento económico permanece estancado o en recesión. Todo ello acompañado frecuentemente, además, por un crecimiento descontrolado del desempleo.
Este término cobró especial relevancia en los años 70 del pasado siglo XX, especialmente después del impacto mundial de la crisis del petróleo. Este shock económico elevó de forma drástica los costes de producción y encareció extremadamente los precios de los productos, lo que se tradujo en un freno del crecimiento económico en el que convergieron el aumento de los costes y la disminución de la demanda.
Un período de estanflación plantea grandes desafíos para la implementación de políticas económicas, ya que las medidas habituales con las que suele controlarse la inflación pueden intensificar todavía más el estancamiento económico. Por poner un ejemplo: elevar las tasas de interés para combatir la inflación puede disminuir la inversión y el consumo, lo que se traduce en un empeoramiento del estancamiento. La complicada relación entre inflación y estanflación hace más difícil todavía la búsqueda de soluciones efectivas.
¿Qué ocurre cuando hay estanflación?
La estanflación supone un desafío tanto para la economía global como para la economía local y empresarial. En todos sus niveles, sin embargo, suelen convivir diferentes factores como los que se encuentran en la siguiente lista:
- Aumento de precios. Una de las características más comunes de la estanflación es la subida continua de precios. Esto no solo afecta a los consumidores, que ven cómo su poder adquisitivo disminuye, sino también a las empresas que deben afrontar costes de producción cada vez más altos.
- Reducción del consumo. Al subir los precios, la demanda de bienes y servicios tiende a caer en picado. Los consumidores y las empresas optar por apretarse el cinturón y recortar sus gastos, lo que puede conducir a empobrecimiento mayor de la actividad económica.
- Aumento del desempleo. Al combinarse el estancamiento económico con la inflación, el resultado más habitual suele ser un aumento del desempleo. Las empresas, al tener que asumer mayores costes en un paradigma de demanda reducida, pueden verse obligadas a reducir su plantilla y efectuar despidos con los que paliar las pérdidas.
- Dificultades para la política económica. Los gobiernos y los bancos centrales encuentran dificultades para afinar y aplicar políticas con las que mitigar y revertir la estanflación. Al fin y al cabo, las medidas típicas contra la inflación (como, por ejemplo, el aumento de las tasas de interés) pueden empeorar el estancamiento económico.
- Impacto en el ahorro e inversiones. La inflación erosiona el valor del dinero, y esto hace que las personas y las personas dejen de concebir el ahorro como una medida productiva. Además, el ambiente económico incierto y volátil puede llevar a una reducción en las inversiones.
- Presión sobre el sistema financiero. En un contexto de ingresos menguantes y costes crecientes, tanto las empresas como las personas pueden verse en serias dificultades para cumplir con sus obligaciones financieras. Y esto puede significar, a su vez, que las instituciones financieras se enfrenten a mayores riesgos de crédito.
- Volatilidad en los mercados. Los mercados financieros pueden experimentar periodos de alta volatilidad parejos a la estanflación, ya que los inversores pueden reaccionar de forma errática ante la incertidumbre económica y a los cambios en la política monetaria y fiscal.
¿Qué diferencia hay entre inflación y estanflación?
Como ya ha quedad claro, inflación y estanflación son dos conceptos que suelen ir trenzados en el sistema económico. La siguiente tabla desentrelaza ambos fenómenos y aclara sus diferencias.
Aspecto | Inflación | Estanflación |
---|---|---|
Definición |
Aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios. |
Combinación de inflación elevada, estancamiento económico y aumento del desempleo. |
Crecimiento económico |
Generalmente ocurre durante periodos de crecimiento económico. |
Se caracteriza por un crecimiento económico bajo o nulo. |
Desempleo |
Puede ser baja debido al crecimiento económico. |
Alta, debido al estancamiento económico y la falta de nuevas oportunidades de empleo. |
Causas comunes |
Demanda agregada alta, costes de producción crecientes, políticas monetarias expansivas. |
Choques de oferta, políticas económicas ineficaces. |
Respuesta política |
Controlar la demanda a través de políticas monetarias y fiscales. |
Complicada, ya que medidas para combatir la inflación pueden agravar el estancamiento y viceversa. |
Impacto de la estanflación en las empresas y autónomos
Las empresas y los autónomos son dos de los principales afectados en una período de estanflación, ya que este fenómeno altera por completo su entorno económico y les exige un esfuerzo de adaptación. El principal problema con el que tienen que enfrentarse es el incremento de los costes operativos que va parejo a la subida de precios de los recursos (tal y como ocurrió en su momento con el precio del petróleo, por ejemplo) y a la reducción del margen de beneficio siempre y cuando no se ajusten los precios de venta de forma adecuada.
Además, la disminución del poder adquisitivo de los consumidores hace que caiga la demanda de productos y servicios, lo que afecta directamente a sectores económicos sensibles a los cambios en consumo. De esta forma, la estrechez de los ingresos y el aumento de los costes pueden hacer que las empresas y los trabajadores por cuenta propia se vean acuciados por problemas de liquidez, lo que supone un desafío en la gestión del flujo de caja para evitar la insolvencia.
Todo esto se ve empeorado por el hecho de que la estanflación hace que sea más difícil obtener financiación, ya que las entidades crediticias blindan sus exigencias para evitar el creciente riesgo económico. Y que, además, la incertidumbre económica pueda llegar a congelar o directamente eliminar inversiones externas que paralizan cualquier tipo de crecimiento futuro.
¿Cómo paliar entonces los efectos devastadores de un período de estanflación? Lo más recomendable es que tanto empresas como autónomos implementen estrategias diferentes como la diversificación de proveedores o la optimización de precios y costes.
¿Cuánto dura la estanflación?
La duración de un episodio de estanflación puede variar significativamente dependiendo de factores tan diversos como la efectividad de las políticas implementadas o la naturaleza de los choques económicos que condujeron a este fenómeno en concreto. También depende de cómo los gobiernos y los bancos centrales responden a esta situación: políticas efectivas y coordinadas pueden acortar su duración, mientras que medidas inadecuadas o tardías pueden prolongarla.
Por lo tanto, no existe un período estándar para la estanflación, que puede durar desde unos pocos meses hasta varios años. Históricamente, los períodos de estanflación han mostrado duraciones diferentes. La acontecida en la década de los 70 del pasado siglo XX a causa de la crisis del petróleo, por ejemplo, duró varios años por culpa de todo un conjunto de políticas económicas inadecuadas.
¿Por qué hay estanflación? Sus principales causas
Un período de estanflación nunca está causado por una única causa, sino por una suma de factores variables que acaba desembocando en este fenómeno económico. Algunas de las causas más comunes son:
1. Choques de oferta. Incrementos significativos en el coste de productos esenciales como el petróleo pueden reducir la oferta global y elevar los precios, lo que a su vez frena el crecimiento económico.
2. Políticas monetarias expansivas. Políticas monetarias que incrementan excesivamente la masa monetaria pueden generar inflación sin estimular necesariamente el crecimiento económico.
3. Expectativas inflacionarias. Cuando empresas y consumidores prevén que los costes seguirán subiendo, suelen ajustar tanto los precios como los salarios de forma creciente, lo que acentúa más todavía la inflación.
4. Rigidez en el mercado laboral. Unas estructuras laborales que dificulten la adaptación de salarios y empleo pueden estimular tanto la inflación como el estancamiento económico.
5. Políticas fiscales inadecuadas. El elevado gasto público financiado por deuda puede aumentar la inflación sin mejorar el crecimiento económico, especialmente si el gasto no es eficiente.
6. Factores externos. Situaciones diversas e imprevisibles como los conflictos geopolíticos o las crisis financieras internacionales pueden influir en la economía de un país y conducir a un episodio de estanflación.
Estrategias para enfrentarse a la estanflación
De la misma forma en la que no existe una única causa o una suma de causas fijas para la estanflación, tampoco existe una solución absoluta. La estrategias para intentar mitigar este fenómeno son tan variadas como las de la siguiente lista:
- Diversificación de la cadena de suministro. Para las empresas, diversificar proveedores y fuentes de materia prima puede ayudar a reducir los impactos de los choques de oferta y así mantener los costes bajo control.
- Control de la inflación. Los gobiernos y bancos centrales pueden intentar ajustar su política monetaria para controlar la inflación sin ahogar el crecimiento económico. Para conseguirlo, pueden recurrir a medidas como el uso cauteloso de tasas de interés o el control directo de la masa monetaria.
- Estímulo del empleo. Implementar políticas que fomenten la creación de empleo y apoyen a los sectores más afectados puede ayudar a reducir el desempleo y estimular el crecimiento económico.
- Reformas estructurales. Realizar reformas en el mercado laboral y en otros sectores económicos para aumentar la eficiencia y la competitividad puede facilitar el ajuste económico y el crecimiento a largo plazo.
- Política fiscal prudente. Gestionar de manera efectiva el gasto público y los impuestos es una medida de control de la inflación, sobre todo si va acompañada de un estímulo de la inversión y del consumo responsable.
- Fomento de la innovación y la tecnología. Invertir en tecnología e innovación puede mejorar la productividad y abrir nuevos mercados, contribuyendo así al crecimiento económico.
- Educación y capacitación. Fortalecer la educación y la capacitación puede mejorar la adaptabilidad de la fuerza laboral, haciéndola más resistente a los cambios económicos y tecnológicos.
Ejemplo de estanflación: Crisis de Estados Unidos en los 70
Uno de los ejemplos más conocidos de estanflación es el que ocurrió durante la década de 1970 en Estados Unidos, un periodo marcado por una combinación inusual de alto desempleo y fuerte inflación. Este fenómeno puso en jaque el marco tradicional de la economía, donde la inflación y el desempleo generalmente no se elevan simultáneamente.
Las causas principales de esta estanflación fueron los dos choques petroleros de 1973 y 1979, que dispararon los precios del petróleo y redujeron la oferta, afectando de esta forma a los costes de producción y elevando los precios finales para el consumidor. Además, las políticas monetarias previamente expansivas habían incrementado la oferta de dinero, estimulando la inflación sin estimular de forma eficaz el crecimiento económico. Estos factores, combinados con una serie de políticas económicas inadecuadas, crearon un ambiente de incertidumbre y bajo crecimiento.
Para afrontar esta crisis, la Reserva Federal estadounidense adoptó una política de altas tasas de interés para combatir la inflación, una estrategia que inicialmente profundizó la recesión pero que resultó ser crucial para estabilizar los precios a largo plazo. Estas medidas, aunque impopulares, fueron efectivas a la hora de reducir la inflación y pavimentaron el camino para el crecimiento económico en los años siguientes. Esta crisis demostró que las intervenciones audaces y focalizadas pueden ser esenciales para superar períodos de estanflación.