Trabajar por cuenta ajena y emprender: cómo compaginar ambos mundos

Emprender es un proceso agobiante, especialmente al principio cuando hay muchas más dudas que certezas. Una opción que puede ayudarte a afrontar este desafío es empezar tu negocio mientras estás trabajando. En este artículo, encontrarás todo lo que debes tener en cuenta si eliges esta posibilidad.

¿Empezar tu propio negocio o mantener tu trabajo estable? Bueno, ¿por qué no hacer ambas cosas? Tomarse el tiempo para lanzar tu empresa y ver cómo te va mientras mantienes ingresos regulares no solo puede suponer una gran idea para tu paz mental. En realidad, es algo que puedes hacer, en la mayoría de los casos.

Pero, ¿qué tan fácil es equilibrar un trabajo de 9 a 5 con las exigencias de crear una empresa? ¿Cuáles son tus opciones trabajando por cuenta ajena y emprendiendo al mismo tiempo? ¿Cuáles son los pasos que debe seguir para lanzar con éxito su proyecto? Te lo contamos todo.

Trabajar por cuenta ajena significa estar empleado por otra persona o empresa, en lugar de trabajar por cuenta propia o ser autónomo. Cuando trabajas por cuenta ajena, generalmente tienes un contrato de trabajo que establece las condiciones de tu empleo, como tus tareas, horario, salario y beneficios. Tu empleador es responsable de pagar tus salarios, así como de cumplir con las obligaciones legales y fiscales correspondientes, como las contribuciones a la seguridad social. Este tipo de trabajo puede ofrecer cierta estabilidad, seguridad en el empleo y beneficios adicionales, como seguro médico o planes de pensiones, dependiendo de la legislación del país y las políticas de la empresa.

Es totalmente posible, puedes abrir una empresa mientras trabajas para otra empresa, independientemente de la estructura legal que elijas, que formes parte de un consejo directivo o seas la única persona propietaria de la sociedad, esa es tu decisión. Dicho esto, hay algunas banderas rojas a tener en cuenta antes de comenzar.

Es totalmente posible, puedes abrir una empresa mientras trabajas para otra empresa, independientemente de la estructura legal que elijas, que formes parte de un consejo directivo o seas la única persona propietaria de la sociedad, esa es tu decisión. Dicho esto, hay algunas banderas rojas a tener en cuenta antes de comenzar.

Hay cuatro señales de alerta que podrían poner fin a tu sueño de trabajar por cuenta ajena a la vez que estás dedicando tiempo a tu proyecto incluso antes de comenzar. Entonces, antes de dar cualquier paso, asegúrate de no encontrarte con una de estas barreras.

La lealtad a tu empleador es una obligación que se aplica a toda la plantilla. Tanto es así que no es necesario que se mencione explícitamente en su contrato.

Como tal, tu proyecto empresarial personal no debe perjudicar el negocio de tu actual compañía. Debes continuar trabajando de buena fe y en el mejor interés de tu empleador.

Estas son algunas de las acciones que podrían verse como desleales y perjudiciales para tu empresa:

• Estás trabajando en tu proyecto de creación de empresa durante tu horario laboral.
• Intentas convencer a tus compañeros de empezar a trabajar para tu empresa furtivamente.
• Menosprecias la reputación, los productos o los servicios de la empresa.
• Intentas robar su base de clientes.

Tu contrato de trabajo puede contener una cláusula de exclusividad laboral, que te prohíbe participar en una segunda actividad (ya sea un segundo trabajo o una empresa propia) mientras estás en plantilla. Esta cláusula puede aplicarse incluso si el campo de actividad de tu nuevo negocio no tiene ninguna relación con el de la empresa actual.

Por supuesto, el uso de esta cláusula está restringido. Para que sea considerada válida, la empresa debe:

• Demostrar que es esencial para proteger sus intereses legítimos.
• Probar la naturaleza de las misiones del empleado que justifican la inclusión de dicha cláusula (generalmente reservada para los roles estratégicos de una empresa).
• Ser razonable y limitada en el tiempo.
  
  

Por ejemplo, un trabajador o trabajadora puede tener una cláusula de este tipo en su contrato porque su función en la empresa le otorga acceso a información sensible o confidencial.

Tu contrato puede contener una cláusula de no competencia, que se aplica una vez finalizado el contrato y te impide competir contra tu antigua empresa, ya sea por:

• Trabajar para un competidor.
• Crear una empresa en el mismo campo de actividad.
  
  

Para ser considerada válida, esta cláusula debe ser:

• Justificada por los intereses legítimos de la empresa.
• Limitada en el tiempo y el espacio (geográfico).
• Acompañada de una compensación económica (normalmente alrededor del 30 % de tus ingresos brutos).
• Proporcional al objetivo buscado y considerar tu capacidad para encontrar un nuevo trabajo.

También es fundamental tener en cuenta que en algunos países determinadas profesiones reguladas prohíben la combinación de dos actividades por motivos éticos. Ese es el caso, por ejemplo, de abogados, notarios, jueces o doctores.

En España solo se da dicha situación para funcionarios públicos, según lo establece la Ley 53/1984, de 26 de diciembre, de Incompatibilidades del personal al servicio de las Administraciones Públicas y el Real Decreto 598/1985, de 30 de abril, sobre incompatibilidades del personal al servicio de la Administración del Estado, de la Seguridad Social y de los Entes, Organismos y Empresas dependientes.

Esto incluye:

a) El personal civil y militar al servicio de la Administración del Estado y de sus Organismos Públicos.

b) El personal al servicio de las Administraciones de las Comunidades Autónomas y de los Organismos de ellas dependientes, así como de sus Asambleas Legislativas y órganos institucionales.

c) El personal al servicio de las Corporaciones Locales y de los Organismos de ellas dependientes.

d) El personal al servicio de Entes y Organismos públicos exceptuados de la aplicación de la Ley de Entidades Estatales Autónomas.

e) El personal que desempeñe funciones públicas y perciba sus retribuciones mediante arancel.

f) El personal al servicio de la Seguridad Social, de sus Entidades Gestoras y de cualquier otra Entidad u Organismo de la misma.

g) El personal al servicio de entidades, corporaciones de derecho público, fundaciones y consorcios cuyos presupuestos se doten ordinariamente en más de un 50 por cien con subvenciones u otros ingresos procedentes de las Administraciones Públicas.

h) El personal que preste servicios en Empresas en que la participación del capital, directa o indirectamente, de las Administraciones Públicas sea superior al 50 por 100.

i) El personal al servicio del Banco de España y de las instituciones financieras públicas.

j) El restante personal al que resulte de aplicación el régimen estatutario de los funcionarios públicos.

Sin embargo, existen ciertas excepciones y en algunos casos, puede autorizarse la compatibilidad previa solicitud. Es decir, que si estás trabajando en alguna entidad estatal deberías hablar con tus superiores.

¿Sin banderas rojas? Genial, ahora puedes ponerte a trabajar para llevar adelante tu emprendimiento.

Comenzar tu viaje empresarial requiere tiempo y energía. Por lo tanto, puede ser difícil equilibrar las horas fijas de trabajo y la búsqueda de tiempo para dedicar a tu proyecto comercial sin sufrir el síndrome del trabajador quemado en el intento.

Por suerte, existen soluciones para que puedas combinar ambas iniciativas.

En España la pluriactividad está permitida, es decir, que puedes trabajar por cuenta ajena a la vez que fundas tu propio negocio. Eso sí, deberás darte de alta y cotizar por los regímenes correspondientes a la Seguridad Social.

Asimismo, podrás compaginar ambos mundos siempre que cumplas con lo establecido en el contrato de trabajo en relación a la dedicación exclusiva y no competencia. El artículo 21 sobre el pacto de no concurrencia y permanencia en la empresa del Estatuto de los Trabajadores indica que la compañía se guarda la opción de pactar con su plantilla una dedicación exclusiva para que no compatibilice su trabajo con otras actividades.

Si tu contrato restringe la actividad, tienes la posibilidad de solicitar permiso a tu empresa. Es recomendable que en este caso hagas un acuerdo por escrito.

Por otro lado, si no dispones de mucho tiempo o tu desconocimiento en cuestiones legales te genera ciertas reticencias siempre puedes optar por buscar ayuda externa. Qonto y Finutive, gestoría online de creación de empresas líder en España, ofrecemos un proceso de creación de empresas rápido, sencillo y accesible para todos los bolsillos.

¿No quieres o no te interesa compartir tu idea de negocio con tu empresa? Entonces, una excedencia voluntaria o licencia sabática podría ser una mejor manera de obtener tiempo libre para trabajar en tu proyecto.

Según lo regula el artículo 46 del Estatuto de los Trabajadores, para ser elegible para una excedencia voluntaria necesitas:

• Contar al menos con un año de una antigüedad en la empresa.
• No haberte tomado un año sabático en los últimos cuatro años.
  
  

Si se concede, tu excedencia voluntaria deberá ser por un plazo no menor a cuatro meses y no mayor a cinco años.

Si no tener ingresos mientras trabajas en tu proyecto empresarial no te convence, pero aún quieres conseguir algo de tiempo para trabajar en tu idea, cambiar a una jornada a tiempo parcial podría ser una buena opción para ti.

Esto es algo que absolutamente puedes pedirle a tu compañía. Para ser elegible para el trabajo a tiempo parcial también se deben cumplir ciertas condiciones, asegúrate de cuáles son en tu empresa.

Tu última opción, generalmente reservada para cuando todo está más preparado para dedicarte a tu emprendimiento a tiempo completo, es dejar la empresa para la que trabajabas.

En España, se puede solicitar la «capitalización del paro», es decir, pedir que te abonen la cantidad total de lo que te correspondería percibir en un solo pago para la creación de un negocio, siempre y cuando tengas derecho a paro (si ha sido un cese voluntario tuyo, no tendrás derecho a la prestación, por ejemplo, así que no cabe esta posibilidad).

El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) podrá pagarte el importe de la prestación por desempleo cuando se den las siguientes circunstancias:

• Que trabajes mediante contrato de trabajo por tiempo indefinido en una sociedad mercantil, con independencia de tu antigüedad en la empresa y tanto si el contrato indefinido es a tiempo completo, parcial o de fijo discontinuo.
• Que dicha sociedad mercantil para la que trabajas se haya declarado en concurso y que pretendas adquirir las acciones o participaciones y hayas presentado al juez una propuesta vinculante de adquisición de empresa mediante su transformación en sociedad cooperativa o laboral y este haya acordado dicha transformación.
• Que la adquisición de acciones o participaciones sociales por tu parte, individualmente, o con las adquisiciones que realicen otras personas, trabajadoras o no, de la sociedad, esta reúna las condiciones legalmente necesarias para adquirir la condición de sociedad laboral o transformarse en cooperativa.

Asimismo, se tienen que cumplir los siguientes requisitos:

1. Estar afiliado a la Seguridad Social y en situación de alta o asimilada al alta.

2. Tener cubierto el período mínimo de cotización de 360 días dentro de los seis años anteriores a la fecha de la solicitud.
   
   

Si en el momento de la solicitud mantienes uno o varios contratos a tiempo parcial, se tendrán en cuenta los períodos de cotización en los trabajos en los que hayas perdido el empleo o se te haya suspendido el contrato o reducida la jornada ordinaria de trabajo.

1. No haber cumplido la edad ordinaria para tener derecho a la pensión contributiva de jubilación, salvo que no tuvieras período de cotización suficiente.

2. Suscribir el acuerdo de actividad incluido en la solicitud de prestación contributiva.

En España, es útil saber que trabajar por cuenta ajena y emprender a la vez no es solo una elección de estilo de vida. También afecta tus contribuciones sociales y cómo declaras tus impuestos.

Los trabajadores autónomos pagan sus propios impuestos (IRPF) y sus contribuciones a la seguridad social. Además, también son recaudadores de IVA, con lo cual tienen que ingresar a Hacienda el IVA recaudado en su actividad.

Esto es algo importante que tienes que tener en cuenta a la hora de calcular la rentabilidad de tu negocio/actividad. Tanto si quieres establecerte como autónomos o como sociedad.

Ahora que ya sabes todos los detalles de trabajar por cuenta ajena mientras emprendes, hablemos de los pasos a seguir para iniciar un negocio.

Una idea, por sí sola, por muy buena que sea, no es suficiente para crear una empresa que sea rentable a largo plazo. Entonces, antes de lanzarte de cabeza, debes tomarte el tiempo para perfeccionar tu idea y verificar qué tan factible es. En la primera sesión de CreatorsLab, la saga de eventos para impulsar el emprendimiento organizada por Qonto, explicamos cómo idear y validar un proyecto. Puedes ver un resumen de todo lo que se dijo aquí.

Otro paso esencial para verificar si tu idea tiene futuro es realizar un estudio de mercado. La investigación te ayudará a:

• Obtener una mejor idea de quién es tu público objetivo y, por ende, sus necesidades y preocupaciones.
• Identificar a tu competencia.
• Observar las especificidades y los riesgos de tu sector.
  
  

Si está buscando orientación sobre cómo realizar una investigación de mercado, este artículo te ayudará.

Escribir un plan de negocio completo y detallado es crucial. Este documento te ayudará, en primer lugar, a afinar el alcance de tu proyecto y, en segundo lugar, a convencer a posibles socios. Además, te lo pedirán automáticamente una vez que empieces a buscar financiación para la empresa.

¿Quieres aprender más? Consulta este artículo completo sobre las partes imprescindibles que todo plan de negocio debe tener.

Otro paso crítico es elegir una forma jurídica para tu futuro negocio. Esta elección es importante, ya que cada estado legal tiene pros y contras en cuanto al régimen fiscal, el régimen social, la responsabilidad con terceros y la posibilidad de incorporar socios.

Entre las diferentes formas jurídicas que puede adoptar una sociedad en España, las dos más extendidas son la Sociedad Anónima y la Sociedad Limitada. Ambas tienen un carácter mercantil capitalista, dado que la aportación de capital prevalece sobre las características personales de los socios.

A grandes rasgos, hay de tres tipos:

1. Individuales. La propiedad del negocio recae sobre una única persona que tiene responsabilidad ilimitada con terceros (lo que significa que responderá por la compañía con todos sus bienes personales).

2. Societarias. En esta modalidad, la empresa adquiere la forma de una sociedad mercantil en cualquiera de sus variantes (anónima, limitada, colectiva o comanditaria).

3. Cooperativas. En este caso, los socios responden por la compañía con la aportación de capital que hayan realizado. Suele estar regida por unos estatutos que determinan la gestión de la empresa.

Si quieres saber más detalles de este apartado en profundidad, puedes consultar nuestro artículo sobre las posibles formas jurídicas de una empresa.

¿Tu proyecto empresarial está cerca de estar listo para su lanzamiento? Genial, ahora es el momento de la parte no tan divertida pero muy útil: darle a tu negocio una existencia legal.

Aquí están los 5 pasos cruciales a tener en cuenta:

• Elección de la cuenta bancaria para tu negocio.
• Redacción de estatutos.
• Firma ante notario (digital o presencial).
• Alta del negocio y depósito en el registro mercantil.
• Aportación del capital social.
  
  

¿Quieres saber más sobre estos pasos administrativos? Puedes consultar nuestra guía para crear una empresa aquí. Y si quieres aprovechar todas las ventajas de la Ley de Startups, consulta el resumen del segundo evento de CreatorsLab aquí en el que se dieron muchos consejos y detalles sobre esto.

Si necesitas que te echemos una mano, en Qonto ofrecemos un servicio de creación de empresa en cuestión de días, con un sistema de aportación de capital social simplificado y una cuenta operativa en 96 horas. Esto es gracias a nuestra alianza con Finutive para ofrecer un servicio íntegro y con las trabas burocráticas reducidas a la mínima expresión. También a un precio competitivo porque la puesta en marcha de un nuevo negocio es un trámite que siempre genera costes monetarios y temporales. Menos molestias administrativas y más tiempo para hacer despegar tu negocio.