Ideación y validación: claves para elegir una idea y convertirla en tu futura empresa

Te hemos hecho un resumen con todo lo que necesitas saber del primer evento de CreatorsLab, la serie de eventos que Qonto ha creado para impulsar el emprendimiento. En esta ocasión, el cofundador de Founderz, Pau Garcia-Milà, dio una master class de cómo generar ideas y validar cuál tiene potencial.

En 2022 se crearon más de 90 mil empresas en España según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Ese mismo año las búsquedas de términos sobre emprendimiento en Google creció un 900 %. ¿Qué dicen estas cifras? Que nuestro país está más que preparado para generar ideas y llevarlas al mercado, de hecho, se encuentra en el top 20 a nivel mundial en emprendimiento, según el Informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM). Ahora bien, podrían haber aún más negocios. Y entre ellos podría estar tu proyecto.

La principal razón por la que no se emprende en España es la falta de información sobre los pasos a seguir y la segunda es el miedo al fracaso, según el informe ya mencionado. Es más, nuestro país lidera el ranking de personas con intención de crear una empresa que viven con este temor, con un 64 % de la población frente al 47 % de el promedio en el mundo.

Los hechos, los datos y la información sólida son enemigos naturales del miedo, por lo que se convierten en las armas imprescindibles en tu lucha por superarlo. Cuanto más prepares las bases de tu proyecto, más conozcas tu mercado y con más personas experimentadas hables, menos espacio habrá para que el temor socave tu idea de negocio. Y ahora vamos a profundizar en cómo llegar a este concepto.

El 15 de marzo dimos el pistoletazo de salida a la saga CreatorsLab (si quieres saber las últimas novedades sobre ella visita el sitio web aquí). El primer evento fue «De la ideación a la validación», que consistió en una master class de Pau Garcia-Milà, emprendedor y cofundador de la plataforma de educación online Founderz. A continuación puedes descubrir todas las recomendaciones que se dieron en la misma.

La máxima a la hora de generar ideas y lanzarlas al mercado no ha cambiado sustancialmente: el 80 % de ellas fracasan antes del primer año y el 90 % lo hacen antes del quinto. Lo que sí ha supuesto un antes y un después es el acceso a la tecnología que permite llegar a conclusiones de forma mucho más veloz, como por ejemplo, herramientas que funcionan con inteligencia artificial.

Según palabras de Pau el objetivo como persona que va montar un negocio no debería ser tener éxito porque, seamos sinceros, es poco realista. Sino idear lo más rápido y barato posible para dar con la idea que va a merecer una mayor dedicación e inversión. Así maximizamos las posibilidades de que el proyecto sea rentable.

Hasta hace poco pensar que se puede conseguir una primera conclusión en una semana era una locura. Las grandes empresas tardan en promedio un año en pasar de la idea original a prototipo. Ese proceso puede optimizarse para establecer una base y ver el contexto.

Hay muchas formas de generar ideas pero todo parte de una base: para qué las generas. Si es para emprender, para materializar un proyecto que te parece desafiante o interesante, es para ayudar a otra persona… al final lo único relevante es qué buscas.

«No hay nada más peligroso que emprender por necesidad. Hay gente que dice que como se ha quedado sin trabajo y cree que le va a costar conseguir uno nuevo, va a lanzar un negocio. Va a hacer un «all in» con el emprendimiento, va a capitalizar el paro, usar los ahorros, va a hacer todo para montar la empresa. Recordemos: hay un 80 % de probabilidades que no salga bien», expone Pau.

Cuando la respuesta es porque quieres emprender, porque buscas aprender algo nuevo, porque deseas lanzar algo separado de tu trabajo, en ese caso, es más seguro. Por eso, en muchas ocasiones se recomienda empezar un emprendimiento como proyecto paralelo. Cualquiera de los dos escenarios es viable, lo único importante en esta etapa es tener claro los riesgos a la hora de lanzarte.

Existen muchas metodologías a la hora de generar ideas. Pau explica las dos que usa él:

• Lean canvas: una herramienta de visualización de modelos de negocio que se enfoca en generar ideas nuevas para verificar si el mercado tiene necesidad de las soluciones que se proponen o no. Dentro de esta metodología hay una etapa que se llama «ventaja deshonesta» también conocida como «ventaja especial». Se trata de ver al partir de cero qué posees o eres capaz de hacer que nadie más pueda conseguir o comprar. Eso maximiza las posibilidades de éxito que se tienen.
  
  

Por ejemplo, alguien puede tener una escuela de fútbol de gran trayectoria en un barrio, con buenos precios y los mejores profesores y, de repente, un jugador famoso decide fundar otra en la misma zona. La tracción que tendrá este segundo negocio gracias al renombre o la popularidad que ostenta el deportista harán que la primera empresa pierda clientes. A eso se le llama «ventaja deshonesta».

• Ideación visual: se trata de combinar tres columnas para generar una lluvia de ideas. En la primera se incluyen conceptos, área o industria donde te gustaría emprender (por ejemplo, transporte, ramadería, gastronomía, estilo de vida), en la segunda modelos de negocio (alquiler, multi propiedad, etc.) y en la tercera los user persona (a quien te imaginas usando o consumiendo el producto o servicio). En algunos casos los tres conceptos deben coordinarse pero la metodología consiste precisamente en hacerlo por separado. Este ejercicio de lo que se trata es de hacer todas las combinaciones posibles.

Para llevar adelante este segundo método, el pensamiento lateral es útil si formas parte del colectivo al que le vas a brindar el producto o servicio porque tendrás una visión interna de lo que se necesita para llegar a la respuesta. Con la ideación visual se abre más el abanico de opciones planteadas. Para obtener aquellas ideas más disruptivas o poco frecuentes se aconseja crear un excel con todas las combinaciones y asumir que el primer resultado no funciona. Luego se busca una segunda tanda en la que se eliminan aquellas que ya salieron en la primera.

Cuando tengas todas las ideas generadas tendrás que elegir una y lo desafiante es seleccionar la que tiene más potencial de generar ganancias y funcionar. Es ahí donde entran las herramientas que hay disponibles hoy. Si fueras capaz de validar el top 10 en dos semanas de trabajo y ver la que funciona mejor crecerían mucho las probabilidades de éxito, ¿a que sí?

Primero se hace una selección de las que ya creemos que existen o que no van a funcionar y eliminarlas. Después hay que ver rápido y barato cuáles son las que podrían funcionar y cuáles van a fracasar: para eso hay que elaborar lo que se denomina un pre-prototipo, lo mínimo para poder validar la idea. Entonces, lo que necesitas es:

• Modelo de negocio básico para explicarle al cliente lo que tendrá que pagar.

• Nombre y logo.
• Flyer o presentación.
• Cuenta de una red social.
• Página web y un formulario conectado con un backend para que pueda enviar leads.
  
  

Para validar la idea necesitas que haya gente que te diga si es buena o mala y, para conseguir esto, tienes que enseñarles algo. Con lo cual, si esto fuera una obra de un edificio hoy creas la lona que se cuelga delante de la obra y muestra cómo será, pero que no tiene nada detrás más allá de la estructura.

¿Cómo hacer todo eso rápido? Pau recomendó cuatro herramientas (algunas de las cuales funcionan con inteligencia artificial) para acelerar el proceso de creación de todo lo detallado en la lista anterior:

• Chat GPT-4: para elaborar un plan de negocio para tu idea.
• Tome: para realizar presentaciones online.
• Mixo: para crear páginas web.
• Canva: para hacer posts para redes sociales. Se elabora un diseño y luego se selecciona la opción «creación de datos en masa», se agrega una columna con un título, se hace clic en el botón derecho, conectar con ese título que se haya elegido y los diseños se generan automáticamente.

Todo eso combinado se deja en piloto automático para que veas cómo evoluciona. Y la clave aquí es probar con varias ideas a la vez. Si has lanzado diez, habrá ocho o nueve que les irá igual y una que despuntará. Y esa es la que merece que le dediques más tiempo y hasta, quizás, un poco de tu presupuesto. Luego de validar es cuando se empieza la fase de prototipar.

• «Hay que asumir que elegir una idea de todas las que hemos generado es la parte más crítica del proceso, nos equivocaremos».
• «Si quieres hacer otra prueba se puede hacer con Paid Ads, poniéndole el mismo presupuesto a todas las ideas. Esto no nos acerca más al éxito, hace que lleguemos a la conclusión más rápido. Para validar lo único imprescindible es que a todas las ideas se les dedique el mismo tiempo e inversión».
• «Es mejor esperar un poco a emprender tras un éxito o un fracaso. Después de fracasar es el peor momento para empezar algo nuevo porque quizás has quedado tocado económicamente, no crees en ti mismo y, al revés, después de tener éxito al vender algo es igual de peligroso porque tienes la confianza en ti por las nubes. Son dos etapas en los que es difícil pensar fríamente cuál es la idea que vas a funcionar».
• «Es mucho más fácil tomar mejores decisiones cuando nosotros somos clientes de nuestra idea, cuando la necesidad que solucionas es la tuya también. Es un error pensar que vamos a solucionarle el problema en otro colectivo».
• «El riesgo de lanzar ideas al mercado sin haberles dedicado mucho tiempo es que puedes alterar a otros con mayor presupuesto de ella. Es una posibilidad, pero es menos mala que la alternativa de dedicarle seis meses de trabajo y que no tenga éxito».

Si quieres ver toda la master class completa, puedes hacerlo en nuestro canal de Youtube aquí.